Cybele bellatula

Cybele bellatula (Dalman, 1827)

1-Agosto-2019.
Cautividad. América, Norteamérica, Estados Unidos, Nueva Inglaterra, Nueva York, Manhattan, Museo Americano de Historia Natural, Gran Galería.
Datos de la pieza: FI-74841. Pieza donada por la familia de James Kaste, procedente del río Wolchow en San Petersburgo, Rusia.
Leg: Isidro Martínez. Det: American Museum of Natural History.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Trilobita.
Orden: Phacopida.
Suborden: Cheirurina.
Familia: Encrinuridae.
Subfamilia: Cybelinae.
Género: Cybele.
Especie: Cybele bellatula.

Éste era un distintivo y muy peculiar trilobite, especie tipo de las cuarenta y una que conformaron el género Cybele, nombre que alude a la diosa grecorromana que representaba a la Madre Tierra. No era muy grande, podía medir hasta cinco centímetros de longitud corporal y hasta tres de anchura. Su característica más distintiva eran sus ojos pequeños alzados sobre larguísimos y finos pedúnculos levemente curvados, más largos que la propia longitud del céfalon, de alrededor de medio milímetro de diámetro. El céfalon, rodeado por un rodete pleglabelar bien marcado, poseía una glabela cubierta de tubérculos, atravesada en su parte anteromediana por un fino y profundo surco en forma de V, probablemente un punto de inserción muscular. El tórax estaba formado por trece segmentos, y las pleuras eran más largas que la anchura del eje central. Las pleuras de la mitad anterior del tórax terminaban en espinas cortas y poco curvadas, pero hacia la mitad del cuerpo las espinas eran extremadamente largas, y dobladas hacia atrás en ángulo casi recto, de modo que alcanzaban hasta el extremo posterior del cuerpo, en los siguientes segmentos las espinas, iban decreciendo en longitud progresivamente. El pigidio era puntiagudo y fuertemente segmentado (de segmentos mucho más estrechos que los segmentos torácicos), con el eje central triangular, y las pleuras curvadas hacia atrás y muy largas, de modo similar a las del tórax, con la diferencia de que estaban unidas entre sí.

Vivió durante el Ordovícico inferior, medio y superior, hace unos cuatrocientos sesenta y cinco millones de años, en el oeste del Océano de Paleotethys, abundando en las costas orientales de la gran isla de Baltica. Las largas espinas en las que terminaban sus pleuras podrían haber tenido una doble función, en primer lugar ayudaban a estabilizar al animal en un fondo sedimentario suelto, como una raqueta de nieve, y en segundo lugar, si el trilobite se sentía amenazado doblaba su cuerpo de modo que las rígidas espinas sobresalían en varios ángulos de su cuerpo, dificultando el ser tragados (ver imagen). Con sus ojos pedunculados es probable que este animal pasara la mayor parte de su tiempo enterrado en el sedimento, asimando tan sólo las puntas de sus ojos para observar la llegada de posibles presas o depredadores. Sus fósiles han sido hallados en los alrededores del mar Báltico (Escandinavia, Estonia y el noroeste de Rusia).