Cyanopica cooki

Cyanopica cooki Bonaparte, 1850

17-Octubre-2020.
Cautividad. Europa, España, Andalucía, Sevilla, Doñana, La Puebla del Río, Cañada de los Pájaros.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Aves.
Orden: Passeriformes.
Suborden: Oscines.
Superfamilia: Corvoidea.
Familia: Corvidae.
Subfamilia: Perisoreinae.
Género: Cyanopica.
Especie: Cyanopica cooki.

El rabilargo ibérico es una urraca pequeña, que mide de treinta y dos a treinta y seis centímetros de longitud, y de treinta y ocho a cuarenta centímetros de envergadura alar, siendo los machos levemente mayores que las hembras. Posee una cola muy larga, de unos dieciocho centímetros de longitud, y las alas cortas y redondeadas. La cabeza presenta su parte superior de profundo color negro, y la garganta blanca. El cuerpo es leonado rosado-grisáceo, más oscuro en el dorso y el bajo vientre, y más pálido en el cuello, el pecho y el vientre. Las alas y la cola son de un azul brillante. El pico y las esbeltas patas son de color negro. Los juveniles son casi iguales a los adultos, pero el azul de sus alas y cola es mucho menos vistoso, casi gris, y el capirote negro de su cabeza queda finamente escamado de blanco. Su aspecto es indistinguible del del rabilargo oriental (Cyanopica cyanus), especie gemela separada por miles de kilómetros. Ambas especies se consideraron como una sola hasta hace pocas décadas, pero dos estudios independientes entre sí, publicados en el año 2002, demostraron a la vez que la forma ibérica era una especie críptica.

Es un endemismo de la Península Ibérica, donde aparece principalmente en el sudoeste y centro de la misma. Es un habitante típico de las dehesas, la maquia mediterránea y los huertos arbolados, desde el nivel del mar hasta los mil setecientos metros de altitud. Es un ave fuertemente gregaria, incluso durante la época de cría, desplazándose en bandadas ruidosas que emiten un reclamo de contacto áspero y metálico. Se alimenta de insectos y otros pequeños animalillos así como de frutas, y también visita vertederos y muladares para consumir desperdicios. Sus colonias de cría, bastante laxas, están formadas por tres o cuatro decenas de parejas. La temporada de cría comienza en abril, y la pareja construye su nido en un árbol mediano: una copa elaborada con ramitas, más compacta y cuidada que la de otros córvidos. La hembra pone de cuatro a nueve huevos que incubará ella sola durante dos semanas. Los polluelos resultantes son cuidados y alimentados por ambos padres, así como por ayudantes, ya que esta especie cría de forma cooperativa. Un dato curioso es que el plumaje de invierno de las aves que van a ser reproductoras es más brillante que el de las que van a ser ayudantes, pudiendo ser que la vistosidad del plumaje juegue un papel en la elección de pareja. Los polluelos pasan entre catorce y dieciséis días en el nido, pasados los cuales dan sus primeros vuelos sin alejarse mucho de la zona del nido. Los padres les siguen alimentando por algunas semanas más, y luego los juveniles se independizan y se integran en la bandada. Un dato curioso acerca de la muda del plumaje de los juveniles es que en los machos se muda mucha mayor proporción de plumas que en las hembras, y esto es a causa de que los machos deben conseguir un vistoso plumaje adulto para poder impresionar a las hembras y reproducirse al siguiente año, mientras que las hembras no tienen este requisito. Además, la muda de plumaje juvenil se realiza en orden inverso a la muda anual postnupcial de los adultos: desde los extremos hasta el centro del ala.