Crypticus gibbulus

Crypticus gibbulus (Quensel, 1806)

12-Septiembre-2020.
Europa, España, Aragón, Zaragoza, Mercazaragoza.
Leg: Isidro Martínez Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Coleoptera.
Suborden: Polyphaga.
Superfamilia: Tenebrionoidea.
Familia: Tenebrionidae.
Subfamilia: Diaperinae.
Género: Crypticus.
Especie: Crypticus gibbulus.

Este pequeño tenebriónido mide entre seis y medio y ocho milímetros de longitud y se caracteriza por su forma oblonga, sus élitros convexos y su pronoto giboso, todo lo cual en conjunto da al insecto, en vista cenital, la apariencia compacta y subcilíndrica de una píldora. Su coloración es negra uniforme, excepto los apéndices (antenas, patas y palpos maxilares), que están teñidos de castaño. Las antenas son filiformes y están formadas por once segmentos, las del macho, si se doblan hacia atrás, no superan el margen posterior del pronoto (lo que le diferencia, por ejemplo, de Crypticus quisquilius). El pronoto posee un surco ancho y aplanado junto al borde. La escultura elitral consiste en tenues pero bien definidos surcos longitudinales, y los élitros, pronoto y cabeza están cubiertos por un tomento ralo muy corto que da al animal una apariencia sedosa.

Tiene una amplia pero discontinua área de distribución en el sur de Europa (Península Ibérica, sur de Francia, Italia, Siria y las islas mediterráneas occidentales) y norte de África (Marruecos, Argelia y Túnez). Es localmente común, especialmente en terrenos salinos, por los que siente cierta predilección aunque sin ser exclusivo de este hábitat. Los imagos aparecen de junio a octubre. De hábitos nocturnos, puede acudir a la luz artificial, mientras que durante el día se refugia bajo piedras, o se ve correteando por los aminos en las horas más frescas. Es un omnívoro oportunista que se alimenta sobre todo de materia animal y vegetal muerta. El helminto parásito Raillietina bolivari es la más común de las doce especies de helmintos que infectan a la perdiz roja en España, y su huésped intermediario es precisamente este escarabajo. Al devorar las perdices a los Crypticus, el gusano parásito pasa a su organismo.