Clathrus ruber

Clathrus ruber Micheli ex Persoon, 1801

14-Octubre-2020.
Cautividad. Europa, España, Andalucía, Sevilla, Casa de la Ciencia.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Fungi.
Filum: Basidiomycota.
Clase: Agaricomycetes.
Orden: Phallales.
Familia: Phallaceae.
Género: Clathrus.
Especie: Clathrus ruber.

La coz de bruja o rejas del diablo es un curiosísimo hongo cuyos cuerpos fructíferos consisten en una malla hueca, normalmente esférica, de entre ocho y veinte centímetros de altura, formada por ramas fusionadas esponjosas, de color rojo o anaranjado por el exterior, mientras que por el interior quedan recubiertas por los restos de la gleba, negruza-olivácea, viscosa y maloliente. En la base aparece la volva, blanca y que antes de la apertura tiene forma de huevo de cuatro a seis centímetros de diámetro, con el interior gelatinoso, y al abrirse resquebrajándose en placas da lugar a la "jaula roja". El receptáculo rojo se halla unido a la volva mediante un cordón central. De la volva nace un amplio micelio enrollado como una cuerda.

Clathrus crispin se asemeja mucho, pero posee laminillas corrugadas rodeando cada agujero del receptáculo, lo cual no sucede en C. ruber. Además, Clathrus crispin es una especie tropical. Colus hirudinosus es una versión en miniatura del Clathrus ruber, sus carpóforos no miden más de dos o tres centímetros de diámetro.

Aunque es originaria de Europa, Norte de África y Macaronesia, hoy en día se encuentra introducida en todo el mundo, desde Canadá hasta Australia y Japón. En Ucrania se considera amenazado. Habita en zonas de clima suave, sin heladas severas ni veranos tórridos. Crece aislado o en pequeños grupos de dos o tres ejemplares, en praderas, herbazales y claros de bosque, sobre suelos ricos en materia orgánica, siempre cerca de restos de madera enterrados o superficiales. Sus cuerpos fructíferos aparecen una o dos semanas después de una lluvia en los días de temperatura suave. El fétido olor que emite la gleba, perceptible a varios metros de distancia, atrae a las moscardas al interior del receptáculo, asegurándose así de la dispersión de sus esporas. Por su olor nauseabundo no se considera un hongo comestible. Sin embargo, antes de abrirse la volva, es decir en la fase de "huevo", posee sabor a rábano y podría considerarse comestible. Durante la Edad Media se utilizaba en brujería.

Esta especie me la he encontrado en un par de ocasiones, pero nunca la he recolectado.

Yo siempre he deseado encontrarme uno, algo que nunca a sucedido. Más vale un ejemplar de museo que nada.