Cicindela varians

Cicindela varians Ljungh, 1799 ssp. unicolor (Dejean, 1825)
Sinónimo: Cicindela scutellaris Say, 1823

27-Julio-2019.
Cautividad. América, Norteamérica, Estados Unidos, Nueva Inglaterra, Massachusetts, Suffolk, área metropolitana de Boston, Cambridge, Campus de la Universidad de Harvard, Museo de Historia Natural de Harvard.
Leg: Isidro Martínez. Det: Riccardo Sciaky.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Coleoptera.
Suborden: Adephaga.
Superfamilia: Caraboidea.
Familia: Cicindelidae.
Subfamilia: Cicindelinae.
Género: Cicindela.
Especie: Cicindela varians.

Éste es un complicado caso nomenclatural. Cicindela varians es el basiónimo y nombre original de esta especie, publicado por Ljungh en 1799. Sin embargo, se ha usado en una sola publicación después de 1900, mientras que en su lugar se ha usado el sinónimo inválido posterior Cicindela scutellaris, publicado por Say 24 años después que el basiónimo. Para complicar más aún las cosas, existe un binomio Cicindela varians Gory, 1833, es decir, 34 años posterior a Cicindela varians Ljungh, 1799. Por lo tanto, se trata de un homónimo posterior y debe quedar invalidado por esta razón. Actualmente la Cicindela varians de Gory se considera en un género separado, Cenothyla, por lo que no hay competición entre Cenothyla varians (Gory) y Cicindela varians Ljungh. A pesar de todo, se propone establecer Cicindela scutellaris Say como nomen conservandum por su uso mucho más amplio a pesar de ser incorrecto y eliminar, sin razones de peso, el binomio original de la especie (detalles aquí), pero en esta ficha seguiremos en cambio el criterio correcto, que es denominarla como Cicindela varians, respetando el basiónimo.

Es un escarabajo tigre muy conocido, que mide entre once y catorce milímetros de longitud corporal, y se caracteriza por su coloración muy llamativa. Presenta un cuerpo robusto, y patas relativamente gruesas para lo habitual en este género. Es la especie más variable de escarabajo tigre de Norteamérica, sus múltiples subespecies presentan gran diversidad de colores. Puede ser desde rojo metálico o naranja intenso hasta azul, verde o negro. A menudo presenta también algunas manchas de color crema en el margen externo de los élitros, que a veces se fusionan entre sí formando una banda marginal continua, pero muchos otros ejemplares carecen de marcas claras. Sin embargo, siempre presenta un labro blanco en los machos y negro o muy oscuro en las hembras. Este labro es tridentado. Los machos poseen la frente cubierta de setas, mientras que las hembras tan sólo poseen setas a lo largo del margen interno de los ojos. En las antenas, el primer segmento posee entre quince y veinte grandes setas. Los élitros tienen la parte posterior redondeada, y a veces están marcados por unas pocas hendiduras marginales dispersas. Los machos poseen almohadillas en los tarsos para sujetarse a la hembra durante la cópula. La hembra posee un surco somero en el protórax, que también cumple la función de facilitar la sujeción del macho durante la cópula. La larva madura de esta especie mide de veinte a veinticuatro milímetros de longitud y es vermiforme, con una cabeza de color broncíneo, armada de poderosas mandíbulas, seis pequeños ojos, y dos pares de grandes garfios en el quinto segmento abdominal. Las setas de su cabeza y pronoto son blancas, pero las del resto el cuerpo son negruzcas.

Se encuentra en el este de Norteamérica, desde Alberta y Québec hasta la zona central de Florida, y se divide en siete subespecies. Se encuentra en hábitats arenosos, incluyendo dunas, calveros, caminos y claros de pinar seco. Los machos corren hacia las hembras durante la época reproductiva (en mayo y junio), tratando de saltar sobre sus espalda y sujetándose con las mandíbulas al tórax de su compañera. Si la hembra no se zafa de su compañero, tiene lugar la cópula. Los machos suelen seguir sujetos a las hembras durante muchas horas después de la cópula, para prevenir que otros machos puedan copular con ellas. La hembra pone unos cincuenta huevos en la arena seca, depositando cada huevo en un agujero individual, a entre cinco y diez milímetros de profundidad. Pasa catorce meses en estado larvario, pasando por tres mudas, e invernan como larvas maduras. Reanuda su actividad en primavera, y una fez finalizado este periodo, en junio o julio, se transforma en crisálida. Los imagos emergen en agosto, a menudo después de una lluvia. Pasan el siguiente invierno como imagos, invernando en una madriguera, de la que emergen en la siguiente primavera, momento en que son sexualmente maduros y pueden reanudar el ciclo.