Chaetophractus vellerosus

Chaetophractus vellerosus (Gray, 1865)

31-Julio-2019.
Cautividad. América, Norteamérica, Estados Unidos, Nueva Inglaterra, Nueva York, Bronx, Zoo de Bronx.
Leg: Isidro Martínez. Det: Zoo de Bronx.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Synapsida.
Orden: Cingulata.
Familia: Dasypodidae.
Subfamilia: Chlamyphorinae.
Género: Chaetophractus.
Especie: Chaetophractus vellerosus.

Es un armadillo pequeño, con entre veintidós y treinta centímetros de longitud corporal, sin incluir la cola, que mide unos diez centímetros, siendo los machos algo más grandes que las hembras. Es por lo tanto notablemente más pequeño que la otra especie de su género, Ch. villosus, del cual también puede distinguirse por sus orejas bastante más largas en proporción a la cabeza. Miden tres centímetros de longitud y están desprovistas de pelo. Su cabeza es cónica. Su piel está cubierta de placas, de color entre gris y anaranjado, en el dorso de la cabeza, cuerpo y cola, mientras que la parte inferior de la cabeza y el vientre están desprovistos de placas. En el caparazón dorsal, ancho y aplanado, presenta siete bandas móviles de placas (raramente seis, ocho o nueve). En el cuerpo posee una abundante cobertura de largos pelos, más claros que el caparazón, que nacen tanto entre las placas dorsales como en la parte ventral, donde se hace especialmente denso. Las patas anteriores poseen uñas largas y resistentes, las patas posteriores poseen las uñas más cortas.

Se distribuye por el sudeste de Bolivia, el oeste de Paraguay y la mayor parte de la mitad norte de Argentina (al sur hasta Mendoza), dividiéndose en dos subespecies con una amplia separación geográfica (de unos quinientos kilómetros) entre ambas, pues la subespecie pannosus es propia de la región cercana a Buenos Aires. Habita básicamente en el Chaco, es decir regiones áridas y abiertas con matorrales y desiertos, también se encuentra en montañas con clima frío y seco. Excava una madriguera en el suelo arenoso con sus potentes uñas, generalmente al abrigo de un arbusto o matojo. Por ello evita los terrenos muy rocosos, donde no puede excavar, y está fuertemente asociado a los suelos arenosos calcáreos. Se alimenta de insectos, pequeños vertebrados, carroña, raíces, hojas, bulbos y semillas. Es un animal solitario, aunque no es territorial ni agresivo con sus congéneres. Es de actividad nocturna, aunque en los meses más fríos o en alta montaña se vuelve diurno para aprovechar el poco calor del día. En invierno acumula una gruesa capa de grasa bajo su piel. Su época reproductiva es corta en comparación con otros armadillos, y se concentra entre octubre y diciembre. Tras dos meses de gestación, la hembra pare una o dos crías, que permanecen ocultas dentro de la madriguera materna durante todo el periodo que dura la lactancia. Abren sus ojos con entre dieciséis y treinta días de vida, y son destetadas a los cincuenta o sesenta días de nacer. Alcanza la madurez sexual con nueve meses de vida, y puede vivir hasta dieciséis años.