Aloe pendens

Aloe pendens Forsskål, 1775

15-Septiembre-2006.
Cautividad. Europa, Reino Unido, Londres, Kew Royal Botanical Gardens.
Leg: Isidro Martínez. Det: Kew Gardens.

Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae
Filum: Spermatophyta.
Clase: Liliopsida.
Orden: Asparagales.
Familia: Xanthorrhoeaceae.
Subfamilia: Asphodeloideae.
Género: Aloe.
Especie: Aloe pendens.

Nos encontramos aquí ante un extraño Aloe de pequeño tamaño. Sus numerosos tallos, de hasta veinte centímetros de longitud y hasta un centímetro y medio de grosor, son rastreros y se desparraman en todas direcciones, en una forma muy poco habitual en los Aloe. Sus hojas son largas y estrechas, de unos diez centímetros de longitud y hasta uno y medio de anchura, de color verde oscuro o bronceado (con manchas claras en las plantas juveniles, que se pierden con la edad) y con estrechos márgenes rojizos provistos de dientes blanquecinos o rojizos, pequeños y poco marcados, de hasta un milímetro de longitud y distanciados hasta siete milímetros unos de otros. Inicialmente son dísticas, dispuestas en un solo plano, disponiéndose más tarde en espiral a lo largo de los tallos. Cada planta produce numerosas inflorescencias erectas, poco densas, de hasta cuarenta y cinco centímetros de longitud, unas son racimos simples y otras están muy levemente ramificadas. Las brácteas, ovaladas y puntiagudas, miden hasta un centímetro de longitud y medio de anchura. Sus flores son de un amarillo limón (raramente naranjas o rojas), de unos dieciocho milímetros de longitud sobre pedicelos de seis milímetros de longitud, y, una característica muy inusual entre los Aloe, estas flores no se estrechan por encima del ovario. Los estambres son exertos, sobresaliendo tres milímetros por fuera de la flor. Puede florecer en cualquier época del año.

Originario del Yemen, crece en las montañas del escarpe Yemeni occidental, conociéndose tan sólo en la zona entre Hadiyah y Jabal Raymah, a entre mil quinientos y dos mil trescientos metros de altitud. Es más abundante entre Hadiyah y Kusmah. Habita en roquedos verticales, barrancos y acantilados, donde su porte rastrero o colgante resulta ideal.

Reynolds, en 1966, describió de nuevo esta especie basándose erróneamente en un ejemplar cultivado que presentaba algunas diferencias con el verdadero Aloe pendens, y se considera hoy que estas plantas corresponden a la especie muy emparentada Aloe yemenica. Algunas formas de Aloe yemenica son muy próximas a Aloe pendens, aunque sus inflorescencias son siempre ramificadas.