Atelopus zeteki

Atelopus zeteki Dunn, 1933

31-Julio-2019.
Cautividad. América, Norteamérica, Estados Unidos, Nueva Inglaterra, Nueva York, Bronx, Zoo de Bronx.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Amphibia.
Orden: Anura.
Suborden: Neobatrachia.
Familia: Bufonidae.
Subfamilia: Atelopodinae.
Género: Atelopus.
Especie: Atelopus zeteki.

La rana dorada de Panamá es un conocido y muy vistoso anfibio que mide entre tres y medio y seis y medio centímetros de longitud corporal, siendo las hembras notablemente más grandes que los machos. El tamaño es también considerablemente mayor en los ejemplares que viven en bosques húmedos que en los que viven en bosques secos. La cabeza es más larga que ancha, con el hocico puntiagudo y el canto rostral redondeado. Los ojos poseen pupilas elípticas horizontales. Carece de tímpano. Su cuerpo es alargado y delgado, y su piel es lisa (con espículas diminutas), de color amarillo anaranjado muy intenso, normalmente con grandes manchas negras aisladas repartidas por todo el cuerpo y patas, aunque estas manchas pueden llegar a faltar completamente, y tienden a ir reduciéndose con la edad. La cara ventral carece de manchas negras, la garganta y pecho tienden a ser blanquecinos y el abdomen es amarillo, salvo en las hembras grávidas, que tienden a aclarar el color de su abdomen. Las patas son largas y terminan en dedos largos y estrechos con membranas interdigitales entre los dedos de las patas posteriores (salvo en el cuarto dedo), pero no en los de las anteriores (salvo una membrana muy reducida entre los dedos primero y segundo, en los machis). Durante la época reproductiva los machos desarrollan una almohailla nupcial de color pardo en el primer dedo de las patas anteriores. El renacuajo maduro mide doce milímetros de longitud, de los que la mitad corresponden al cuerpo y la otra mitad a la cola, y es de color pardo negruzco con copos dorados, con el vientre más claro y translúcido. Los juveniles recién metamorfoseados son verdes con manchas negruzcas, imitando el color de los musgos de las orillas. Los renacuajos recién salidos del huevo son de color blanco puro. En el pasado se consideró como una mera subespecie de Atelopus varius.

Es endémica de Panamá, en concreto del Valle de Antón y el Parque Nacional Altos de Campana, aunque seguramente, ha sido ya completamente exterminada de su hábitat natural desde el año 2007 (cuando fue filmada por última vez en la naturaleza), quedando como única población de la especie los pocos ejemplares dispersos en varios parques zoológicos. Se considera todavía como en Peligro Crítico de extinción al no poder asegurarse totalmente la desaparición completa de la población salvaje. La causa principal de su extinción ha sido la propagación del hongo de la quitridiomicosis que diezma a los anfibios de todo el mundo. Habita (o habitaba) en junglas tropicales húmedas al pie de las montañas, casi siempre en las cercanías de arroyos rápios, a entre trescientos treinta y cinco y mil trescientos quince metros de altitud. Es de actividad principalmente diurna y se alimenta de arañas, ciempiés y pequeños insectos. Los machos son territoriales, pero las hembras suelen vivir en grupos. El amplexo puede durar desde unos pocos días a un par de meses, y los aproximadamente tres centenares de huevos adhesivos, dispuestos en una sola sarta, quedan fijados a las rocas del lecho de arroyos poco profundos. Los huevos eclosionan al cabo de entre siete y once días. Los renacuajos permanecen cerca de la orilla, adhiriéndose a las piedras con un disco adhesivo ventral. Es una especie de gran importancia cultural, es el símbolo nacional de Panamá y se considera un símbolo de la buena suerte (a menudo aparece su imagen en los billetes de lotería), y también era importante y adorada por las culturas indígenas precolombinas, que fabricaban talismanes de arcilla y oro representando a esta especie.