Hoplolichas furcifer

Hoplolichas furcifer (Schmidt, 1885)

20-Noviembre-2013.
Cautividad. Europa, España, Cataluña, Barcelona, Museo de la Ciencia Cosmocaixa. Ejemplar procedente del Ordovícico medio de Rusia.
Leg: Isidro Martínez. Det: Cosmocaixa.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Trilobita.
Orden: Lichida.
Superfamilia: Lichoidea.
Familia: Lichidae.
Género: Hoplolichas.
Especie: Hoplolichas furcifer.

Es un espectacular trilobite que medía unos seis centímetros de longitud y cuatro de anchura, siendo una de las especies más grandes de su género. Su céfalon poseía sendas espinas genales muy desarrolladas y grandes, muy anchas y aplanadas, fuertemente curvadas y dirigidas hacia atrás y muy afiladas, cubiertas de diminutas espinas al menos en su borde interno, y provistas de un gran diente obtuso cerca de la base de su borde interno. Sus ojos, con forma de riñón y muy separados, estaban formados por cientos de omatidios o lentes diminutas. Todo el céfalon salvo las espinas genales estaba densamente cubierto de pústulas irregulares redondeadas que le daban un aspecto muy verrugoso. La glabela era sumamente ancha y muy abultada y prominente, con un surco cerrado a cada lado que la dividía en tres partes muy diferenciadas: la central con forma de reloj de arena y un área ovalada a cada lado. Lo más destacable de este trilobite seguramente era la extrala protuberancia bífida y dirigida hacia atrás que salía del centro de la parte posterior del céfalon. Esta protuberancia tenía una base aplanada, ancha y corta que se estrechaba bruscamente dando lugar a dos grandes espinas fuertemente curvadas hacia fuera y divergente, cubiertas a su vez de pequeñas espinitas. El tórax de este trilobite estaba formado por once segmentos, con la parte central prominente. Destacaban muchísimo en el centro del tórax (en los segmentos séptimo, octavo y/o noveno) dos o tres espinas muy grandes y largas dirigidas hacia arriba y hacia atrás, una en cada segmento, contrastando mucho con la ausencia de tales espinas en los demás segmentos torácicos. Las pleuras de los segmentos torácicos eran finas, largas y curvadas hacia atrás, con las puntas libres, las pleuras de la mitad posterior del tórax estaban armadas por gruesas espinas muy cortas dirigidas hacia arriba y repartidas de forma irregular (las pleuras de la mitad anterior a veces también poseían tales espinas, pero siempre más pequeñas y en menor número). El pigidio, de superficie muy verrugosa/espinescente como el céfalon, no era articulado, pero presentaba profundos surcos o "falsas articulaciones" cerca de la base, que hacían que los laterales se dividieran en los largos lóbulos a cada lado antes de formar la pieza terminal del pigidio, la cual era truncada pero mucronada en el centro y en ambos extremos, y algo más corta o de la misma longitud que los lóbulos del pigidio precedentes. La zona central elevada del pigidio no alcanzaba hasta la punta del mismo.

Vivió durante el Ordovícico medio, hace unos cuatrocientos sesenta y cinco millones de años en las aguas ecuatoriales de la costa sur de la gran isla de Siberia. Habitaba en lechos marinos someros y cálidos, buscando su alimento en el fondo. Sus formidables espinas lo hacían un bocado poco apetitoso para la mayoría de los depredadores de la época, incluyendo los primeros peces con mandíbulas, que aparecieron por aquel entonces. Sus fósiles se han encontrado en Rusia occidental.