Holocnemus caudatus

Holocnemus caudatus (Dufour, 1820)

21-Octubre-2007.
Europa, España, Aragón, Zaragoza, Mediana, debajo de un pequeño puente sobre una acequia.
Leg: Isidro Martínez. Det: Jorge Mota Almeida.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Arachnida.
Orden: Araneae.
Suborden: Araneomorphae.
Superfamilia: Pholcoidea.
Familia: Pholcidae.
Subfamilia: Holocneminae.
Género: Holocnemus.
Especie: Holocnemus caudatus.

Es una araña cuyo cuerpo mide cinco milímetros de longitud en el macho y un poco más en la hembra. El cefalotórax o prosoma es más o menos orbicular, de color pálido, el del macho posee dos pequeñas protuberancias laterales blanquecinas. El abdomen u opistosoma es de color gris plateado con finas líneas oscuras en los laterales, y una amplia banda longitudinal marrón en el vientre. La forma del abdomen de la hembra es muy característica con la parte posterior proyectada en una larga punta cónica dirigida hacia atrás, de modo que las hileras de seda (que forman una protuberancia cónica) quedan muy alejadas del extremo del abdomen. Sus patas son muy largas y finas como es habitual entre los miembros de la familia Pholcidae, de color amarillento, con un anillo blanco en el extremo de cada fémur y otro similar en el extremo de las tibias. El macho posee los pedipalpos bulbosos muy grandes, con el fémur corto y globoso y la tibia muy convexa. Los pedipalpos de la hembra son más oscuros que los del macho.

Es probablemente endémica de la Península Ibérica (especialmente en el sudeste) y el noroeste de África, existiendo una cita de Sicilia, pero es una cita dudosa que requiere confirmación. Es una especie algo antrópica aunque no tanto como las ubicuas Pholcus, a menudo construye sus telas bajo construcciones humanas tales como edificios abandonados, viejas esquinas oscuras, etc, pero en medios no tan degradados como el entorno plenamente urbano. En medios totalmente naturales habita en cuevas y grandes grietas rocosas. Su tela, una maraña irregular y muy fina, se sitúa en alguna esquina tranquila o una grieta. Allí espera al acecho la caída de presas, a las que envuelve en seda antes de consumirlas. Si se siente importunada por un posible depredador, esta araña tiembla rápidamente agitando su cuerpo fuertemente, con la esperanza de que este movimiento intimide al posible agresor. Tras la cópula, la hembra pone unos treinta o cuarenta huevos redondos que agrupa formando una bola, la cual llevará agarrada en la boca con sus quelíceros sin soltarla hasta que los huevos nazcan (y por tanto, dejando de alimentarse durante el tiempo de incubación). Las crías al nacer pasan sus primeros días lo más cerca posible de su madre, poco a poco se van haciendo más independientes y se instalan en la misma tela de su madre hasta que pasan las semanas y se van dispersando para construir sus propias telas.