Hippocampus subelongatus

Hippocampus subelongatus Castelnau, 1873

21-Agosto-2011.
Cautividad. Europa, Alemania, Berlín, Zoo-Aquarium de Berlín.
Leg: Isidro Martínez. Det: Zoo-Aquarium de Berlín.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Osteichthyes.
Orden: Gasterosteiformes.
Suborden: Syngnathoidei.
Familia: Syngnathidae.
Subfamilia: Hippocampinae.
Género: Hippocampus.
Especie: Hippocampus subelongatus.

Con hasta veinticinco centímetros de longitud, el caballito de mar de Australia Occidental o de hocico atigrado es uno de los más grandes entre todos los caballitos de mar. Como todos los caballitos de mar es de coloración muy variable, pudiendo ser pardo, blanco, rojo, naranja o púrpura y cambiar de color rápidamente según el entorno. A menudo posee un fino patrón reticulado sobre todo el cuerpo. Su característica más llamativa es la serie de finas bandas negruzcas que marcan transversalmente su hocico. Las espinas de los ojos son prominentes y las espinas dobles bajo la barbilla son romas y redondeadas. La corona es alta y generalmente con bordes festoneados romos, la corona de la hembra puede poseer algunas espinas. Posee once anillos en el cuerpo y de treinta y tres a treinta y seis anillos en la cola. Las espinas del cuerpo se reducen a pequeños tubérculos redondeados (a diferencia de H. angustus que es muy parecido pero con espinas prominentes en el cuerpo). Su aleta dorsal posee entre dieciséis y veinte radios, todos ellos blandos, y las aletas pectorales poseen entre dieciséis y dieciocho radios.

Es endémico de una estrecha franja costera de Australia occidental, que va desde las Islas Abrolhos hasta Rockingham. Se encuentra en lechos fangosos o arenosos a entre uno y veinticinco metros de profundidad. A menudo se asocia con esponjas o ascidias o se sujeta a estructuras artificiales humanas. En invierno se encuentra a mayor profundidad que en verano. Se alimenta de pequeños crustáceos que succiona con su boca tubular como una aspiradora. Es una especie monógama que se empareja de por vida. El macho incuba los huevos durante dos o tres semanas. Las crías se dispersan nada más nacer, llevando una existencia pelágica en sus primeras semanas de vida.