Geochelone yniphora

Geochelone yniphora (Vaillant, 1885)
Sinónimo: Astrochelys yniphora (Vaillant, 1885)

26-Septiembre-2018.
Cautividad. Europa, Bélgica, Región Valona, Provincia de Henao, Bruguelette, Pairi Daiza, en Mersus Emergo.
Coordenadas: 50°35′05″N, 3°53′14″E.
Leg: Isidro Martínez. Det: Pairi Daiza.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Sauropsida.
Orden: Chelonia.
Suborden: Cryptodira.
Superfamilia: Testudinoidea.
Familia: Testudinidae.
Género: Geochelone.
Subgénero: Astrochelys.
Especie: Geochelone yniphora.

La tortuga angonoka puede medir hasta cuarenta y ocho centímetros de longitud de caparazón en el caso de los machos, que son más grandes que las hembras. Puede pesar hasta casi veinte kilos. Su caparazón es ovalado y muy abombado, de color pardo amarillento claro, con las placas prominentes y surcadas por anillos de crecimiento muy marcados. Las placas de la hilera central del caparazón tienen el centro claro y la periferia más oscura, las demás placas poseen zonas claras y oscuras irradiando irregularmente desde el centro. Posee once placas marginales a cada lado más una adicional en el extremo posterior. El plastrón es plano en las hembras y cóncavo en los machos, de color amarillo con algunas sombras parduzcas (volviéndose cada vez más oscuro y uniforme con la edad), y posee un característico escudo gular proyectado hacia delante y hacia arriba entre las patas anteriores. La cabeza es de tonalidad variable, de negra a parduzca, con manchas amarillentas cerca del oído. El cuello, las patas y la cola son por lo general de color pardo con algunas sombras de amarillo. Las patas son aplanadas y armadas por grandes escamas y fuertes uñas. La cola, como es habitual en las tortugas, es más larga y gruesa en los machos que en las hembras.

Es endémica de una minúscula zona en la costa nordeste de Madagascar, concretamente en la zona de la bahía de Baly, cerca de la ciudad de Soalala, donde habita en los bosques áridos por debajo de los cincuenta metros de altitud. Se alimenta de hojas, hierbas y todo tipo de materia vegetal, aunque de los bambúes solo come las hojas muertas y no las partes vivas. Aparte de plantas, también se le ha visto consumiento los excrementos secos de mamíferos. Las cópulas tienen lugar de octubre a febrero, y cada hembra puede producir hasta cuatro puestas al año (entre enero y mayo), cada una de ellas consistente en entre uno y seis huevos, blancos y esféricos. Los entierra en un agujero que cava en el suelo, orinando en él para ablandarlo y facilitar la excavación. Una vez ha cubierto de nuevo los huevos con tierra, la tortuga compacta el nido dejándose caer repetidas veces sobre él, para borrar así las huellas de actividad que podrian atraer a depreadores, y luego abandona el lugar. Tras unos siete meses de incubación a cargo del sol, nacen durante el día las pequeñas tortuguitas, que miden unos cuatro centímetros y medio de longitud de caparazón, y se dispersan de inmediato. Alcanza la madurez sexual a los quince o veinte años. Se ignora su esperanza de vida, pero se estima que debe de ser de entre cincuenta y cien años.

Es una de las tortugas más escasas del planeta y se encuentra en el mismísimo borde de la extinción total, es decir Críticamente Amenazada. Su población consiste en unos seiscientos ejemplares en estado salvaje, y las amenazas que le han llevado a su actual situación no cesan: la principal son los incendios provocados en los bosques donde vive, para practicar la devastadora costumbre de quema y clareo, habitual en todo Madagascar, para producir pastos para el ganado doméstico. Otra amenaza importante son los jabalís de matorral, una especie de cerdo silvestre africano introducido en Madagascar, que devora los huevos y crías de esta tortuga siendo su principal depredador. Un centro de cría exclusivo para esta especie fue establecido en Madagascar por la famosa fundación de Gerald Durrell para la conservación de la naturaleza, y de este centro, setenta y seis de estas tortugas (casi todas ellas crías) fueron robadas del lugar en 1996, haciendo un gravísimo impacto sobre la exigua población de esta especie.

Vi varios ejemplares de esta especie en el zoo de Antananarivo, en Madagascar. Lamentablemente el zoo tiene pocos recursos y las condiciones en las que estaban no eran buenas.