Galium javalambrense

Galium javalambrense López Udías, G. Mateo et M. B. Crespo, 2004

14-Julio-2018.
Europa, España, Aragón, Teruel, Gúdar-Javalambre, Sierra de Javalambre, Javalambre, cerca de la pista de esquí.
Leg: Isidro Martínez. Det: Óscar Torrijo et al.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Gentianales.
Familia: Rubiaceae.
Subfamilia. Rubioideae.
Género: Galium.
Especie: Galium javalambrense.

Se trata de una pequeña planta perenne, almohadillada, glabra y rizomatosa, con estolones finos y no muy largos. Los tallos pueden medir hasta nueve centímetros de longitud y son erectos y de sección cuadrada, con los entrenudos de entre medio y trece y medio milímetros de longitud, generalmente más cortos que las hojas. Las hojas se disponen en verticilos de entre cuatro y ocho hojas a lo largo de los tallos, cada hoja mide hasta doce milímetros de longitud y uno de anchura y es de lanceolada a linear, uninervia, de ápice agudo provisto de un mucrón translúcido, y borde engrosado y translúcido. Florece de mayo a julio produciendo panículas apicales de numerosas flores blancas, cada una de entre dos y cuatro milímetros de diámetro y formada por cuatro pétalos puntiagudos. El fruto es de color negro mate, de hasta un milímetro y medio de diámetro, y cubierto de papilas. La forma típica de Galium idubedae se diferencia por sus tallos floríferos mucho más largos, con entrenudos a menudo bastante más largos que las hojas, hojas con el mucron apical más corto, inflorescencias mucho más laxas y voluminosas y flores más pequeñas.

La forma típica de esta especie es endémica de las sierras de Gúdar y Javalambre en el este de España, pero existen formas de transición entre esta especie y Galium idubedae y posiblemente Galium pinetorum, en Peñagolosa (Castellón), Guadalajara, el oeste de Teruel y Zaragoza. La forma típica habita en crestas, herbazales, sabinares rastreros y claros de pinar sobre suelos calizos pedregosos y gleras, a entre mil doscientos y dos mil metros de altitud, si bien las formas de transición entre esta especie y Galium idubedae crecen en ambientes bastante distintos, en dehesas de robles y quejigos sobre suelos ácidos y a partir de los ochocientos metros de altitud. Podría suponerse que todo el conjunto no es más que una sola especie con adaptaciones morfológicas a diversos ambientes y formas transicionales entre los distintos taxones.