Helianthemum squamatum

Helianthemum squamatum (Linnaeus, 1753) Dumont de Courset, 1802

7-Junio-2009.
Europa, España, Aragón, Zaragoza, Juslibol, Campo de San Gregorio.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Malvales.
Suborden: Cistineae.
Familia: Cistaceae.
Género: Helianthemum.
Especie: Helianthemum squamatum.

Esta especie de jarilla es bastante distintiva y fácil de reconocer por su porte erecto, sus hojas grisáceas con forma de lengua, cubiertas de escamas peltadas plateadas que les dan una textura característica, y por sus flores muy pequeñas y muy densamente agrupadas en las inflorescencias. Se trata de un pequeño matorral perenne y cespitoso de hasta cuarenta centímetros de altura, con una cepa muy ramificada y los tallos erectos cubiertos de escamas. Las hojas son de lanceoladas a espatuladas, planas y ligeramente carnosas, de hasta tres centímetros de longitud y uno de anchura, de ápice obtuso y base cuneada, y con un par de estípulas lineares en su base, poco más cortas que el peciolo. La inflorescencia es un corimbo ramificado terminal, con ramillas ternadas que portan numerosas flores. Cada flor posee tres sépalos ovalados de hasta cuatro milímetros de longitud, de ápice obtuso y surcados por tres costillas poco marcadas, así como cinco pétalos obovados de hasta cinco milímetros de longitud, de color amarillo intenso con una mancha naranja en su base. El fruto es una cápsula trilocular tomentosa de unos tres milímetros de longitud, incluida en el cáliz persistente agrandado hasta los seis milímetros de longitud. Al abrirse las tres valvas del fruto se desprende el cáliz y se liberan las semillas de color castaño claro, de poco más de un milímetro de longitud.

Esta planta se distribuye por el centro y este de España y en Argelia. Crece en zonas generalmente alejadas de la costa, en matorrales despejados sobre suelos yesosos, a entre cuarenta y novecientos metros de altitud. Es una planta especialista en ciertos microhábitats, que dentro de los matorrales gipsícolas (romerales, espartales, ontinares, etc) ocupa las zona de suelo yesoso árido, pobre y muy compactado, donde pocas plantas más pueden prosperar, esto le permite crecer cerca de caminos pisoteados y evitar la competencia por la luz, agua y nutrientes procedente de las plantas vecinas. Es la única especie conocida capaz de extraer el agua de cristalización de las rocas de yeso que dominan su hábitat. Durante los tórridos meses de verano, en los que las demás plantas se agostan, entre el setenta y el noventa por ciento del agua de la savia de esta planta procede del agua cristalizada en el yeso, lo que le permite permanecer verde y lozana en esta época y ambiente tan desfavorables.

Curioso ese dato de extraer agua del yeso. En mi jardín he visto como en verano plantas como Setaria, Euphorbia, Portulaca o amarantáceas crecen perfectamente sin ser nunca mojadas, extrayendo humedad del ambiente.