Elaphe guttata

Elaphe guttata (Linnaeus, 1766)
Sinónimo: Pantherophis guttatus (Linnaeus, 1766)

4-Agosto-2017.
Cautividad. Europa, Alemania, Renania del norte-Westfalia, región de Düsseldorf, Duisburgo, Bosque Urbano de Duisburgo, Zoo de Duisburgo.
Coordenadas: 51°26′07″N, 6°48′19″E
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Sauropsida.
Orden: Squamata.
Suborden: Ophidia.
Superfamilia: Colubroidea.
Familia: Colubridae.
Subfamilia: Colubrinae.
Género: Elaphe.
Subgénero: Pantherophis.
Especie: Elaphe guttata.

La culebra de maizal es probablemente el más conocido de todos los colúbridos. Es una serpiente de hasta un metro y ochenta centímetros de longitud, siendo las hembras algo más grandes que los machos. Su tamaño es muy variable también, y los ejemplares de climas más cálidos tienden a ser más cortos, con un promedio de medio metro de longitud en la edad adulta. Presenta una coloración variable según la localidad. El cuerpo suele tener un color de fondo pardo pálido, pero puede ser gris o amarillento, sobre este fondo aparecen grandes manchas de color rojizo finamente bordeadas de negro. La cara ventral suele tener un patrón blanquinegro irregularmente ajedrezado. Los ojos son redondos, grandes, de color pardo amarillento, con grandes pupilas redondas. La lengua es rosada. Las crías son más pálidas y de color más apagado que los adultos, y al nacer miden entre veinte y treinta y cinco centímetros. La culebra de maizal es probablemente la más común de las serpientes en cautividad, y se puede encontrar en todo tipo de coloraciones inexistentes en su medio natural: negras, blancas, amarillas, con manchas o con rayas... siendo los más frecuentes los ejemplares albinos.

Se puede encontrar por todo el este y el sur-centro de Estados Unidos y el norte de México, dividiéndose en dos subespecies. También se ha asilvestrado en las islas del Caribe. Es muy adaptable y habita en gran variedad de ecosistemas, con preferencia por los bosques y regiones rocosas, debido al refugio que ofrecen los troncos caídos y las grietas rocosas, también ocupan campos, herbazales y zonas urbanizadas cerca de graneros y construcciones humanas. Prefiere las zonas de llanura pero puede encontrarse hasta los mil ochocientos metros de altitud. Pasa mucho tiempo asoleándose en las rocas. Es una excelente trepadora y a menudo sube a árboles y arbustos en busca de presas, también penetra en las madrigueras de roedores para capturarlos. Son bastante voraces y necesitan comer cada dos o tres días, matan a sus presas por constricción. Más o menos la mitad de su dieta consiste en roedores, pero puede consumir cualquier tipo de presa, desde huevos de aves en sus nidos, hasta ejemplares más pequeños de su misma especie. Es de hábitos generalmente diurnos, aunque esto depende también del clima, volviéndose crepusculares si el día es muy caluroso. Cuando mudan la piel, las culebras de maizal se vuelven agresivas y permanecen ocultas, también disminuye su apetito. Una vez con la piel nueva recuperan rápidamente sus costumbres normales. Hibernan en grietas, cuevas o bajo troncos, generalmente entre octubre y abril, pero al sur de su área de distribución la hibernación es muy breve o incluso inexistente. Son territoriales, si un macho se encuentra con otro, especialmente en la época reproductiva, realiza una exhibición ritualizada con movimientos espasmódicos, para establecer quién es el ejemplar dominante. Los machos detectan a las hembras por señales olfativas (feromonas). Esta especie realiza una sola puesta al año. Tras uno o dos meses de gestación, la hembra pone de diez a treinta huevos ocultos en tocones, troncos o madrigueras cálidas y húmedas muy bien ocultas. Los huevos son cilíndricos, blancos, de hasta seis centímetros y medio de longitud y dos y medio de diámetro. Su cáscara es gruesa y por ello no todas las crías nacen ya que algunas son incapaces de perforar el huevo. Las crías alcanzan la madurez sexual hacia los diecisiete meses de vida, poco antes de alcanzar su tamaño definitivo hacia los dos años de vida. Puede vivir hasta treinta y dos años en cautividad, y un promedio de siete años en libertad.