Dolichotis salinicola

Dolichotis salinicola Burmeister, 1876

7-Agosto-2017.
Cautividad. Europa, Alemania, Renania del Norte-Westfalia, Condado del Monte, Valle del Wüpper, Wüppertal, Zoo de Wüppertal.
Coordenadas: 51°14′23″N, 7°06′44″E.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Synapsida.
Orden: Rodentia.
Suborden: Hystricomorpha.
Superfamilia: Cavioidea.
Familia: Caviidae.
Subfamilia: Dolichotinae.
Género: Dolichotis.
Subgénero: Pediolagus.
Especie: Dolichotis salinicola.

La mara chaqueña es una especie de gran roedor, mucho menos conocido que la única otra especie de su género, la mara común o liebre de la Patagonia (Dolichotis patagonum). Es muy diferente a esta última, ya que tiene un morro mucho más corto y ojos notablemente más grandes en proporción, y alcanza un tamaño menor, con entre cuarenta y dos y cuarenta y ocho centímetros de longitud corporal, más dos o tres centímetros de cola. Por todo ello, tiene el aspecto de una cría de mara común. Ambas especies comparten su aspecto conejil, sus largas y finas patas, sus anchas orejas puntiagudas y sus largas vibrisas. El pelaje de la mara chaqueña es más pálido y uniforme que el de la mara común, corto y liso, de color gris parduzco a gris oscuro en el dorso, de gris oscuro a blanco en los flancos, y blanco en el abdomen. Se encuentran parches difusos de pelaje blanquecino delante y detrás de los ojos. Los juveniles son de coloración más rojiza o amarillenta que los adultos. Las largas patas traseras de la mara chaqueña terminan en pies de enyre nueve y diez centímetros de longitud, que más que garras, poseen uñas. Sus orejas miden seis centímetros de longitud. Las hembras poseen dos pares de mamas.

La mara chaqueña es, como cabría esperar, endémica del Chaco, repartiéndose por el sur de Bolivia, Paraguay y el noroeste de Argentina, llegando al sur hasta la provincia de Córdoba, justo al norte del área ocupada por D. patagonum y solapándose ligeramente con ella. El Chaco es un biotopo único consistente en bosques áridos despejados, matorrales espinosos, humedales y cursos de agua estacionalmente secos, situados en grandes y extensas llanuras. Este animal habita principalmente en matorrales espinosos extensos, pero a veces puede encontrarse en bosques áridos, y se encuentra a entre cuatrocientos y ochocientos metros de altitud. Se alimenta de hojas y hierbas durante la estación húmeda, mientras que en la estación seca debe recurrir a consumir las plantas que resisten estas condiciones, principalmente cactus y bromeliáceas terrestres. La mara chaqueña es diurna, y por la noche descansa en madrigueras, ya sean excavadas por ellas mismas o aprovechando las abandonadas por las vizcachas. Viven en parejas o en pequeños grupos familiares. Posee un comportamiento motriz-lúdico parecido al de liebres y conejos, exhibiendo saltos verticales, giros, carreras, patadas y movimientos de cabeza con sus compañeros, especialmente en los juegos entre ejemplares juveniles, los machos adultos a menudo se unen a los juegos iniciados por los jóvenes, pero la madre suele abstenerse de participar en ellos. Las maras chaqueñas poseen letrinas fijas, en las cuales también practican baños de arena rodando por el suelo. No se sabe mucho sobre el comportamiento reproductivo de esta especie. Los machos y hembras apenas tienen contacto entre sí salvo durante las actividades reproductivas. La gestación dura dos meses y la hembra pare de una a cinco crías en cada camada, en algun refugio apartado (por ejemplo bajo un arbusto espinoso). Las crías recién nacidas son precoces: con pelo, los ojos abiertos, y pueden correr ya a las pocas horas de nacer. Son destetadas al mes de nacer. Los padres no otorgan ningún cuidado a sus crías, pero las toleran y suelen descansar junto a ellas.