Coenobita perlatus

Coenobita perlatus H. Milne Edwards, 1837

5-Agosto-2017.
Cautividad. Europa, Alemania, Renania del Norte-Westfalia, región de Düsseldorf, Duisburgo, Konrad-Adenauer-Ring, en venta en una tienda de animales.
Leg: Isidro Martínez. Det: Zoo Zajac.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Crustacea.
Orden: Decapoda.
Suborden: Pleocyemata.
Superfamilia: Paguroidea.
Familia: Coenobitidae.
Género: Coenobita.
Especie: Coenobita perlatus.

El cangrejo ermitaño fresa es un crustáceo de hasta doce centímetros de longitud total, de la cual hasta dos centímetros y medio corresponden al caparazón. Como casi todos los ermitaños, habita dentro de la concha vacía de un gasterópodo, cambiándola por otra mayor cuando se le queda pequeña; los adultos de esta especie eligen casi siempre las conchas de grandes turbínidos. El cangrejo es de vivo color rojo o rojo anaranjado, con los dos primeros pares de patas marchadoras casi tan gruesos como las pinzas. El color rojo queda profusamente punteado por gránulos amarillos, de un modo que recuerda a una fresa con sus semillas. En la pinza izquierda, que es la más grande, posee de cuatro a siete profundas estrías, la superficie interna de ambas pinzas posee una cobertura de pelillos rígidos. Las junturas entre los segmentos de las patas, las antenas y anténulas, la zona alrededor de la boca y otras partes menos expuestas, son de color naranja claro en vez de rojo. La acícula antenal está fusionada con el segundo segmento del pedúnculo antenal. Los pedúnculos oculares son cortos y anchos, fuertemente comprimidos, terminando en ojos puntiagudos por ambos extremos. Los ejemplares juveniles son de color blanco o anaranjado pálido.

Se reparte ampliamente por todo el Indopacífico tropical, desde Mauricio, las Seychelles y Aldabra hasta las islas de Samoa. Suele vivir en colonias, a veces de más de un centenar de ejemplares, y los desplazamientos grupales no son raros. Es de hábitos terrestres, y lleva dentro de su concha de caracol un suministro de agua marina para mantenerse fresco, durante la noche acude de nuevo al mar para renovar su depósito de agua. También ajusta la salinidad que necesita visitando fuentes de agua dulce. Durante las horas más calurosas del día suele enterrarse en la arena o fango para evitar la deshidratación y el excesivo calor. Si es molestado, se retira dentro de su concha de caracol y bloquea la entrada usando sus pinzas como escudo. Es un carroñero tan eficaz que en los lugares donde habita son escasos los descomponedores de otros tipos, como las moscardas. También devora los restos vegetales, como las masas de algas arrojadas por la marea y los cocos que se parten al caer contra rocas. La reproducción suele tener lugar dentro o cerca de las madrigueras de los machos. Tras la fecundación, las hembras incuban sus entre diez mil y cincuenta mil huevos dentro de su concha de caracol, y cuando están cerca de la eclosión, los libera en el mar. Puede vivir hasta treinta años en libertad y hasta cuatro en cautividad.

Menuda diferencia entre la esperanza de vida en libertad y en cautividad. Se me hace raro que vendan cangrejos ermitaños en tiendas, pero la verdad es que son muy llamativos para los acuarios.

Ciertamente, en casi todos los vertebrados terrestres la esperanza de vida en cautividad es mucho mayor que en libertad, pero con los peces y sobre todo los invertebrados marinos, cuyas variables ambientales son tan difíciles de imitar, es al revés, y si ya ponemos especies de ciclos biológicos complejos que requieren seguir cambios estacionales, migraciones y un desarrollo en el mar pero una vida adulta en tierra, como es el caso, pues se hace comprensible la inversión de proporciones.

No es raro ver Coenobita en venta en tiendas de animales, ya que son muy fáciles de mantener. No son para acuarios, requieren estar en tierra y con un recipiente de agua en el que mojarse. Sin embargo, este Coenobita perlatus prefiere remojarse en agua salada mientras que el C. rugosus que he publicado después, prefiere remojarse en agua dulce. Quizás ello tenga que ver con lo que he leído acerca de que C. perlatus es la especie menos frecuente en cautividad, aunque en esa tienda de animales en concreto, la mayor del mundo, uno puede esperarse cualquier rareza.