Addax nasomaculatus

Addax nasomaculatus Blainville, 1816

20-Noviembre-2006.
Cautividad. Asia, Taiwán, Hualien, Taipei, Zoo de Taipei.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Mammalia.
Orden: Artiodactyla.
Suborden: Ruminantia.
Superfamilia: Bovoidea.
Familia: Bovidae.
Subfamilia: Hippotraginae.
Género: Addax.
Especie: Addax nasomaculatus.

El antílope Adax es una impresionante criatura adaptada a las más duras condiciones de los desiertos más áridos, como sus parientes los órices. Puede pasar toda su vida sin beber, obteniendo el agua sólo de su alimento. Mide hasta un metro de altura hasta la cruz y dos metros de longitud. Su pelaje varía de color según la época del año, desde blanco en verano a pardo grisáceo en invierno, y sobre el morro lleva una conspicua y contrastada marca blanca en forma de X. Sus cuernos pueden medir más de un metro de largo. se enroscan en espiral y son de color negro, ambos sexos poseen cuernos bien desarrollados aunque los de la hembra son ligeramente menores. Es la única especie de su género.

Este gran antílope habita en reducidos reductos de algunos desiertos del norte de África. Antiguamente ocupaba todo el norte de África, pero ha desaparecido de casi todo el territorio. Está muy adaptado a las condiciones de aridez extrema. Es más activo al amanecer y al anochecer, para soportar mejor el calor. Viven en pequeños rebaños de hasta veinte individuos, que siguen una estricta jerarquía basada en la edad, en la cúspide se halla un viejo macho dominante. Se mueven de forma nómada por el desierto en busca de alimento.

A pesar de su magnífica capacidad de tolerar las condiciones adversas, es tan sensible como cualquier otra criatura a los despiadados genocidios que causa el hombre en casi todas las especies vivientes. Esta criatura, cazada por sus magníficos cuernos en forma de sacacorchos y su piel y carne, está en el mismo filo de la completa extinción y sin duda alguna ya se habría extinguido si no fuera por la encomiable labor de los zoos, gracias a los cuales hay una población sana y numerosa en cautividad. No quedan más que unos trescientos individuos en libertad, y se reparten por poblaciones muy fragmentadas que siguen disminuyendo a gran velocidad. Aunque la caza es su amenaza principal, las sequías y la expansión ganadera son también factores muy importantes. Otra amenaza es el turismo, en el que se persigue a estos animales en vehículos haciendo que lleguen a morir de agotamiento.