Halyzia sedecimguttata

Halyzia sedecimguttata (Linnaeus, 1758)

27-Junio-2009.
Europa, España, Aragón, Zaragoza, Aranda, Sistema Central, Sierra del Moncayo, en el bosque húmedo, sobre un helecho.
Leg: Isidro Martínez. Det: Frank Köhler.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Coleoptera.
Suborden: Polyphaga.
Superfamilia: Cucujoidea.
Familia: Coccinellidae.
Subfamilia: Coccinellinae.
Género: Halyzia.
Especie: Halyzia sedecimguttata.

Es una mariquita de entre cuatro y medio y nueve milímetros de longitud corporal. Su apariencia física es muy llamativa, con un vistoso color de fondo naranja acaramelado contra el que destacan generalmente ocho grandes manchas redondas de color blanco cremoso en cada élitro. En ocasiones sólo posee siete manchas en cada élitro, y el color de fondo, normalmente naranja claro, puede llegar a ser castaño anaranjado en algunos ejemplares, cuando ambos factores se combinan es fácil confundir a esta especie con Calvia quatuordecimguttata (de color caoba y siempre con catorce manchas blancas). Sin embargo, es muy destacable el hecho de que tanto los bordes anterior y laterales del pronoto como los márgenes externos de los élitros son ampliamente translúcidos, y las patas y cabeza se pueden ver a su través, esto nunca sucede en las especies del género Calvia. Las antenas y patas son del mismo color naranja que el cuerpo.

Se distribuye por toda Europa (donde prácticamente sólo falta en Polonia), Asia Menor, el Cáucaso y Siberia, volviéndose una especie de montaña en el sur de Europa, ya que requiere de climas frescos y húmedos. Es común en los bosques, donde tanto larvas como adultos se alimentan principalmente de mildiú (hongos parásitos de las hojas), aunque también pueden comer ocasionalmente pequeños pulgones. Abunda especialmente en los abedules, más raramente en fresnos. Los imagos hibernan en grupo entre la hojarasca o en algún refugio en las ramas bajas de la copa de los árboles. Antiguamente una especie escasa por que habitaba únicamente en viejos bosques relativamente intactos, sus poblaciones han aumentado bastante en las últimas décadas ya que se han adaptado a devorar el mildiú de los arces, más abundantes que los abedules y fresnos en muchas regiones.

En el Moncayo:


Adultos en Llesuí:



Larva en Formigal:


Larva y crisálida:


Crisálida: