Gypsophila aretioides

Gypsophila aretioides Boissier, 1843

23-Agosto-2012.
Cautividad. Europa, Alemania, Baviera, Múnich, Jardín Botánico de Múnich, rocalla alpina.
Leg: Isidro Martínez. Det: Botánico de Múnich.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Caryophyllales.
Familia: Caryophyllaceae.
Subfamilia: Caryophylloideae.
Género: Gypsophila.
Especie: Gypsophila aretioides.

Es una planta alpina, pulviniforme, perennifolia y extremadamente compacta, de hasta poco más de treinta centímetros de extensión y diez de altura. Sus tallos y sus finas hojas estrechas de color verde grisáceo están tan densamente apretadas que la planta es impenetrable, rígida y dura al tacto. Las hojas son densamente imbricadas, carnosas, de forma oblongo-triangular y ápice obtuso. En invierno, el follaje toma un tono broncíneo. Las flores son de color blanco perlado (a veces con venillas rosadas), de hasta un centímetro de diámetro, solitarias y acaules, y poseen cinco (raramente seis) pétalos redondeados. Suele florecer de forma escasa, sobre todo en plantas jóvenes. Florece a inicios de verano.

Es una planta endémica de las altas montañas del norte de Irán y el Cáucaso, donde crece en laderas expuestas y soleadas, a entre novecientos y dos mil metros de altitud.