Glossina palpalis

Glossina palpalis Robineau-Desvoidy, 1830

22-Marzo-2015.
Cautividad. Europa, España, Islas Canarias, provincia de Santa Cruz, Tenerife, Santa Cruz de Tenerife, Calle Fuente Morales, Museo de la Naturaleza y el Hombre.
Leg: Isidro Martínez. Det: Museo de la Naturaleza y el Hombre.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Diptera.
Suborden: Cyclorrhapha.
Superfamilia: Hippoboscoidea.
Familia: Glossinidae.
Género: Glossina.
Subgénero: Nemorhina.
Especie: Glossina palpalis.

Esta es una de las especies más conocidas de moscas tsé-tsé, unos dípteros muy conocidos por provocar en los humanos y el ganado una enfermedad incurable y mortal llamada la enfermedad del sueño. Mide entre diez y trece milímetros de longitud y es de color pardo, con las alas transparentes. Tiene una gran cabeza, con los ojos ampliamente separados en ambos sexos. Posee una probóscide relativamente larga y proyectada hacia delante, en cuya base hay una zona bulbosa. Las antenas poseen aristas con pelos ramificados, algo muy inusual entre los dípteros. El tórax es bastante voluminoso, mientras que el abdomen es relativamente corto (claramente más corto que las alas). En reposo, sus alas quedan plegadas una sobre la otra, superponiéndose por completo. La celda discal mediana del ala posee una característica forma de navaja de barbero.

Es una especie propia del África tropical occidental, desde Senegal hasta el Camerún y a lo largo de la costa de Angola. Habita casi exclusivamente en zonas húmedas con densa vegetación ribereña, evitando las sabanas y las selvas alejadas del agua, lugares donde es sustituida por otras especies de moscas tsé-tsé. Las hembras fecundadas no ponen huevos, sino que paren larvas ya maduras que han pasado sus dos primeras mudas en el interior del cuerpo de su madre. Cada hembra puede parir hasta doce larvas a lo largo de su vida (que es de unos seis meses), pariendo una sola larva cada vez. Estas larvas caen al suelo, sólo duran unas pocas horas y se transforman inmediatamente en crisálidas oblongas, duras, de hasta un centímetro de longitud y de color pardo negruzco con dos pequeños lóbulos protuberantes en un extremo. De las crisálidas emergen los adultos, que se alimentan de la sangre de mamíferos, incluyendo el hombre, pero sobre todo busca mamíferos ungulados como los antílopes y el ganado. No sólo las hembras son hematófagas como sucede en casi todos los dípteros que se alimentan de sangre (mosquitos, tábanos, etc), sino también los machos. La hembra debe chupar una gran cantidad de sangre debido al gran gasto energético que supone nutrir a la larva que se desarrolla dentro de su abdomen.