Geoffroea decorticans

Geoffroea decorticans (Gillies ex Hooker et Arnott, 1833) Burkart, 1949

1-Mayo-2011.
Cautividad. Europa, España, Cataluña, Barcelona, Montjuic, Jardín Botánico de Barcelona.
Leg: Isidro Martínez. Det: Botánico de Barcelona.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Fabales.
Familia: Fabaceae.
Subfamilia: Dalbergioideae.
Género: Geoffroea.
Especie: Geoffroea decorticans.

El chañar es un pequeño árbol caducifolio de hasta diez metros de altura, aunque cuando crece en terrenos despejados no sobrepasa el porte de un arbusto. Su tronco, generalmente tortuoso, puede medir hasta sesenta centímetros de diámetro, y está cubierto de una corteza papirácea de color pardo rojizo que se desprende constantemente en grandes placas blandas, dejando ver la corteza nueva de color verde, dando así al tronco un aspecto muy característico. De ahí deriva su nombre decorticans, que significa que se descorteza. A menudo genera abundantes vástagos desde las raíces, que se propagan hasta formar densas colonias clónicas. La copa es redondeada, sus ramas son finas, densas, espinosas y muy ramificadas, y el follaje es abundante. Las ramas de los ejemplares adultos tienen espinas duras, finas y rectas, de hasta cuatro centímetros de longitud. Las hojas son alternas o fasciculadas, de hasta seis centímetros de longitud, imparipinnadas, con entre tres y trece foliolos oblongos de hasta tres centímetros de longitud y ocho milímetros de anchura (el terminal algo mayor que los laterales), de ápice obtuso o hendido, ampliamente distanciados entre siete y diez milímetros unos de otros. Las flores se disponen en corimbos de hasta cinco centímetros de longitud, formados por una a cuatro decenas de flores. Éstas son papilionáceas, de un centímetro de longitud, de color amarillo dorado, con estrías rojizas que irradian desde la base del estandarte, y poseen diez estambres de los que nueve están soldados a la base. Florece en septiembre y octubre, generalmente antes de que broten las hojas, y fructifica de noviembre a enero. El fruto es una drupa ovalada, péndula, de color pardo purpúreo, sumamente carnosa, de aspecto semejante a una ciruela, algo muy inusual entre las leguminosas. Su pulpa es comestible y de sabor dulzón, y alberga en su interior un hueso o carozo duro y blanquecino que a su vez contiene una o dos semillas ahusadas, de superficie rugosa.

Se distribuye ampliamente por toda la mitad septentrional del cono sur de Sudamérica, llegando por el norte hasta el centro de Bolivia. Habita desde el nivel del mar hasta los dos mil trescientos metros de altitud en bosques áridos y despejados y en terrenos subdesérticos, donde crece en compañía de otras leguminosas de porte similar como algarrobos (Prosopis spp.) y espino caván (Acacia caven). Este resistente árbol puede tolerar heladas muy severas al igual que temperaturas tórridas. Es sumamente valorado como cerco viviente, por su madera, por su fruto comestible y los productos derivados de él, como forraje ganadero, por sus propiedades medicinales y por el tinte que se puede obtener de su corteza. Además tiene gran importancia ecológica para la fauna nativa.