Borderea chouardii

Borderea chouardii (Gaussen, 1952) Gaussen et Heslot, 1965

24-Septiembre-2016.
Europa, España, Aragón, Huesca, Pirineos, Sobrarbe, valle del Ara, Fiscal, Jánovas, en un roquedo vertical a la orilla de un río.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Liliopsida.
Orden: Dioscoreales.
Familia: Dioscoreaceae.
Género: Borderea.
Especie: Borderea chouardii.

Esta verdadera joya botánica es una pequeña planta rupícola de aspecto delicado y grácil. De un tubérculo irregularmente alargado nace cada primavera un solo tallo muy delgado que se ramifica escasamente un poco por encima de la base, alcanzando hasta veinte centímetros de longitud y dando lugar a algunas ramas, cada una con entre nueve y doce hojas fuertemente acorazonadas, muy finas y palminervias, de borde entero y ápice agudo, con un peciolo flexible más largo que el limbo, siendo éste último más o menos colgante. Cada año, en mayo y junio, las plantas masculinas producen sus diminutas flores verdosas en número de diez a quince en un laxo racimo alargado, mientras que la flor de las plantas femeninas, que es solitaria y situada sobre un largo pedúnculo, se produce solamente cada dos años. Las plantas femeninas tardan más en dar su primera floración que las masculinas, estas últimas empiezan a florecer hacia los diez años de vida. El fruto es una cápsula tendida, de sección triangular, con los ángulos muy agudos, provisto de un corto estilo persistente en el extremo, y en su interior aparecen hasta seis semillas. Conforme el fruto va madurando, su pedúnculo se mueve acercándose a la superficie de las rocas donde habita, para que sus semillas tengan más probabilidad de caer en un hábitat propicio, aunque el noventa por ciento de ellas se pierden cayendo en un lugar inadecuado. Este problema es vencido gracias a su simbiosis con las hormigas Pheidole pallidula, que recogen las semillas y las ocultan en grietas donde pueden germinar. Otras especies diferentes de hormigas, Lasius grandis y Lasius cinereus, son las encargadas exclusivas de polinizar la planta, por lo que su reproducción depende totalmente de estos insectos. Un tercio de las semillas que logran germinar son colocadas allí por las hormigas.

Esta reliquia posee una de las áreas de distribución más pequeñas de todas las plantas, ya que es endémica de los roquedos calizos verticales encarados al norte y protegidos del sol en una sola localidad: Sopeira, a la orilla del río Noguera Ribagorzana, en el Prepirineo, a entre seiscientos ochenta y mil metros de altitud. Es una de las plantas más amenazadas de Europa y sus poblaciones han estado a un paso de desaparecer de la Tierra por la amenaza del desdoblamiento de una carretera que pasaba justo por allí (por fortuna al final no se hizo) y el desembalse ocasional de la vecina Presa de Escalés, que podría sumergir a las plantas que crecían en las zonas más bajas de las paredes. Actualmente, mediante un plan de salvamento de la especie, se han reproducido ejemplares en viveros especializados y se han plantado en algunos otros lugares del Pirineo con características ecológicas similares, entre ellos Jánovas, donde están tomadas las fotografías. Esta planta, junto con su congénere más extendida y abundante Borderea pyrenaica y la compañera de hábitat Ramonda myconi, es una superviviente de la Europa subtropical (ambos géneros pertenecen a familias casi exclusivamente tropicales) anterior al Mioceno, cuyas glaciaciones extinguieron a casi toda la fauna y flora de la zona siendo sustituidas por especies boreales, sin embargo algunas de estas especies subtropicales consiguieron sobrevivir en ciertos reductos y adaptarse al cambiante clima habiendo sobrevivido hasta nuestros días, como es el caso de las tres especies mencionadas. A esta extraordinaria superviviencia seguramente haya contribuido su increíble longevidad: aunque la parte aérea muere y rebrota cada año, el tubérculo puede vivir más de tres siglos, quizás la mayor edad alcanzada por una planta no leñosa.

Borderea pyrenaica, la única otra especie del género, es una especie similar pero con tallos más gruesos y aspecto más robusto y compacto, hojas más pequeñas y alargadas, más mates y más gruesas, racimos florales más densos y numerosos y ramificados, y el fruto es una cápsula más redondeada y erecta en lugar de tendida. Además, su tubérculo es de forma mucho más regular.

Ya sabes como me gustaría ver esta especie.

Añado unas imágenes de la inflorescencia masculina y del fruto.

Hola Isidro, supongo que ya sabrás que Borderea es sinónimo de Dioscorea, al igual que Tamus. Algo que por simple morfología ya se veía venir. Sabiendo que te gusta agrupar taxones en vez de dividirlos, has pensado en pasar este género a Dioscorea?

No, lo que sabía es que Borderea no es sinónimo de Dioscorea y que Tamus tampoco. Generalmente prefiero unificar a dividir, pero en realidad lo que prefiero es usar la cabeza y no aceptar cosas ridículas porque sí, lo que no siempre se traduce en unificar.

Bueno, la cabeza dice que no tiene sentido mantener estos géneros, lo que pasa es que tradicionalmente la taxonomía se ha centrado en Europa. Si solo miras la escasa flora europea las cosas parecen de una forma, pero a nivel mundial la delimitación de muchos géneros europeos carecen de sentido. Es imposible establecer por ejemplo un limite entre Apocynaceae y Asclepiadaceae a nivel mundial, pero en Europa el límite está muy claro. Si aceptas Borderea y Tammus, las Dioscorea tropicales estallarían en un montón de géneros distintos debido a su variabilidad.

Si la cabeza dijera que no tuviera sentido mantener esos géneros, sus creadores, que a diferencia de muchos de lo que ahora se hacen llamar científicos sí que usaban la cabeza, no los hubieran creado como géneros propios.

Justo la ciencia funciona al contrario, mejorando con datos nuevos (y no me refiero solo a los datos genéticos) conclusiones anteriores, la verdad es que de los cientos de botánicos que conozco (incluido bastante gente por encima de los 60 años de edad), no hay ninguno que no acepte la nueva taxonomía. Acuérdate que Ficus y Chenopodiaceae entre otras angiospermas eran consideradas criptógamas y esta conclusión la obtuvo uno de los mejores botánicos, Linneo.

No tenía ni idea de eso de las criptógamas, me deja anonadado porque Linneo ya estaba en un nivel mucho más avanzado como para concluir eso, pareciera más una clasificación de Dioscórides o Teofrasto que de Linneo!