Anthyllis montana

Anthyllis montana Linnaeus, 1753

11-Junio-2016.
Europa, España, Aragón, Teruel, Sierra de Albarracín, Montes Universales, Guadalaviar, Dehesa Boyal.
Leg: Isidro Martínez. Det: Óscar Torrijo.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Fabales.
Familia: Fabaceae.
Subfamilia: Lotoideae.
Género: Anthyllis.
Especie: Anthyllis montana.

Es un pequeño matorral rastrero, pulviniforme, con una base leñosa de hasta dos centímetros de diámetro y ramas herbáceas y vellosas, y alcanza hasta treinta centímetros de altura y sesenta de extensión. Posee hojas imparipinnadas, cada una con entre quince y treinta y tres foliolos pequeños y elípticos, densamente vellosos y de aspecto sedoso y grisáceo, de hasta quince milímetros de longitud y ocho de anchura, siendo el terminal del mismo tamaño que los restantes (en Anthyllis vulneraria el foliolo terminal es mucho mayor que los demás). Las hojas secas pierden los foliolos pero conservan los peciolos y raquis secos, que cubren y protegen los tallos a modo de escamas. Las flores se agrupan en número de veinte a veintiocho en cabezuelas globosas de hasta tres centímetros y medio de diámetro, situadas sobre altos pedúnculos de hasta diez centímetros de longitud que sobresalen por encima del follaje y rodeadas por una gran bráctea profundamente hendida, de lóbulos largos, estrechos y desiguales. El cáliz es densamente velloso y la corola, de hasta trece milímetros de longitud, es de color rosa o más raramente blanco, rojo, púrpura o incluso color crema. Florece en primavera y verano. El fruto es una pequeña vaina elíptica u ovalada, de hasta medio centímetro de longitud, que contiene una sola semilla lisa y de forma arriñonada.

Es endémica de las montañas del sur de Europa: sierras béticas, Sistema Ibérico, Pirineos, Alpes, Apeninos y Balcanes, y también una pequeña población aislada en Djurjura, en el norte de Argelia. Habita en las cumbres montañosas y crestas de roca caliza, en zonas de matorral, pedregales y roquedos, evitando las áreas demasiado húmedas. Puede verse a entre cuatrocientos cincuenta y dos mil setecientos metros de altitud, aunque casi siempre se sitúa entre los mil y los dos mil metros.