Coniogramme emeiensis

Coniogramme emeiensis Ching et K. H. Shing, 1981

11-Agosto-2015.
Cautividad. Europa, Francia, Países del Loira, Loira Atlántico, Nantes, Jardin des Plantes de Nantes.
Coordenadas: 47°13′10″N 1°32′34″O
Leg: Isidro Martínez. Det: Jardín de las Plantas de Nantes.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Pteridophyta.
Clase: Filicopsida.
Orden: Filicales.
Familia: Pteridaceae.
Subfamilia: Cryptogrammoideae.
Género: Coniogramme.
Especie: Coniogramme emeiensis.

Helecho perennifolio de hasta un metro y medio de altura, con rizomas rastreros, cortos y gruesos, cubiertos por escamas lanceoladas de color pardo oscuro. Los frondes se disponen densamente, poseen estipes de hasta noventa centímetros de longitud y medio centímetro de diámetro, de color desde pajizo hasta castaño, y limbos bipinnados, ampliamente ovalados u oblongos, de hasta setenta centímetros de longitud y cuarenta de anchura. Cada fronde posee entre seis y diez pares de pinnas, los pares más basales son los de mayor tamaño, de forma entre ovalada y lanceolada, de hasta treinta y cinco centímetros de longitud y veinte de anchura y divididos a su vez en varios foliolos. Las pinnas terminales son simples o divididas en tres foliolos. Los foliolos son anchamente lanceolados, de hasta quince centímetros de longitud y tres de anchura, con la base cuneada, el ápice largamente acuminado y el borde finamente dentado, su color es verde brillante, a veces con estrías amarillas irregulares entre las venas, las venas son simples o bifurcadas.

Coniogramme emeiensis se asemeja mucho a Coniogramme intermedia, que se distingue tan sólo porque los hidatodos se extienden hasta la punta de los dientes del borde de los foliolos, mientras que en C. emeiensis llegan sólo hasta la base de estos dientes.

Se distribuye ampliamente por diversas provincias de China, de donde es endémico, pero es especialmente abundante en el Monte Omei (Omei Shan) también llamado Monte Emei, que le otorga el epíteto específico emeiensis a esta planta. Puede encontrarse a entre seiscientos y mil ochocientos metros de altitud, creciendo bajo la sombra de los bosques de latifolios o en rincones sombríos de los roquedos.