Clibanarius tricolor

Clibanarius tricolor (Gibbes, 1850)

22-Septiembre-2015.
Cautividad. Europa, España, Aragón, Zaragoza, en una tienda de acuariofilia.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Subfilum: Crustacea.
Clase: Malacostraca.
Orden: Decapoda.
Suborden: Pleocyemata.
Superfamilia: Paguroidea.
Familia: Diogenidae.
Género: Clibanarius.
Especie: Clibanarius tricolor.

Este pequeño cangrejo ermitaño alcanza los dos centímetros y medio de longitud. Sus patas marchadoras son azules con las articulaciones naranjas y con puntos negros, y poseen largos pelos rígidos. Ambas pinzas son del mismo tamaño, lo que diferencia a esta especie de otras similares, y son negras con verrugas puntiagudas blancas y con los extremos marrones o anaranjados, poseyendo también largos pelos similares a los del resto de las patas. Los palpos son naranjas con las articulaciones azules. Las antenas son anaranjadas, y los pedúnculos oculares son de color azul claro, mientras que los ojos en sí son negros densamente moteados de blanco.

Vive en las aguas someras de Florida, el Golfo de México y el Caribe. Se encuentra en la zona intermareal sobre lechos rocosos. Está activo principalmente por la noche. Su dieta se limita a las algas y los detritos, y pasan su tiempo trepando por las rocas en busca de alimento, o removiendo la arena para desenterrar cianobacterias. Es popular en acuariofilia por sus bellos colores, sus hábitos alimenticios detritívoros y su nula agresividad con los caracoles. Cuando necesita una concha más grande para alojar su abdomen, si no encuentra una concha vacía nueva, puede esconderse temporalmente bajo el pie de una anémona de mar. En la época reproductiva, las hembras liberan los huevos a la columna de agua y los machos el esperma, los huevos que consigan ser fecundados darán lugar a larvas planctónicas que tras unas pocas mudas se convertirán en pequeños ermitaños y buscarán su primera concha vacía de caracol en la que habitar. Estos cangrejos son muy competitivos entre sí y las luchas por la posesión de una concha vacía son frecuentes, terminando a menudo en mutilaciones o en la muerte de uno de los contrincantes.