Epibulus insidiator

Epibulus insidiator (Pallas, 1770)

22-Agosto-2011.
Cautividad. Europa, Alemania, Berlín, Zoo-Aquarium de Berlín.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez et Johannes Pfleiderer.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Osteichthyes.
Orden: Perciformes.
Suborden: Labroidei.
Superfamilia: Labroidea.
Familia: Labridae.
Subfamilia: Cheilininae.
Género: Epibulus.
Especie: Epibulus insidiator.

Este es un espectacular pez de hasta medio metro de longitud. Los machos son notablemente más grandes que las hembras. La característica física más llamativa de este pez es su capacidad para extender su boca en un tubo que puede llegar a alcanzar la mitad de la longitud del cuerpo. De esta manera crea una fuerte corriente de agua hacia el interior de su boca, que le ayuda a capturar a sus presas.

Su coloración es muy variable dependiendo de la edad, del sexo y de la propia variabilidad cromática. Los juveniles nacen todos siendo hembras y son de color marrón rojizo con finas líneas blancas verticales, recordando mucho a Wetmorella albofasciata. Después, algunos individuos se transforman en machos subadultos, tanto éstos como las hembras pueden ser marrones o amarillos. Los machos adultos son negruzcos con la cabeza blanca marcada por una fina línea negra que atraviesa el ojo, y zonas amarillas y naranjas en el dorso. Por si esta variabilidad cromática fuera insuficiente, estos peces también poseen una ligera capacidad para cambiar de color.

Se distribuye por todo el Indopacífico, desde el Mar Rojo y Sudáfrica hasta las islas Hawaii, y alcanzando al norte hasta el sur de Japón y al sur hasta la parte media de Australia. Habita en los arrecifes coralinos entre uno y cuarenta y dos metros de profundidad. Es un pez generalmente solitario. Se alimenta de crustáceos y peces. Una característica inusual de este pez es la migración a la deriva, con la que coloniza nuevos arrecifes. Cuando sube la marea, estos peces, solos o en grupos de hasta cuatro, suben a la superficie, curvan su cuerpo y extienden sus aletas, y se quedan flotando entre los detritos vegetales, en ocasiones llegan a adaptar la coloración de los detritos vegetales para pasar desapercibidos.