Corythaeola cristata

Corythaeola cristata (Vieillot, 1816)

2-Julio-2016.
Cautividad. América, Norteamérica, Estados Unidos, California, San Diego, Parque Balboa, Zoo de San Diego, Lost Forest, Hippo Trail, Scripps Aviary.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Aves.
Orden: Cuculiformes.
Familia: Musophagidae.
Subfamilia: Corythaeolinae.
Género: Corythaeola.
Especie: Corythaeola cristata.

El turaco gigante es una impresionante ave, la única especie del género Corythaeola y la especie más grande de su familia, con entre setenta y setenta y seis centímetros de longitud, y con hasta un kilo y doscientos treinta gramos de peso. Posee un plumaje azul intenso, excepto en la parte ventral, de color crema en el pecho y color burdeos a partir de las patas. La cola es muy larga, y sus plumas tienen el tercio apical negro. Sobre la cabeza posee una notable cresta negra de aspecto blando, de unos diez centímetros de altura. La barbilla es blanca. El pico es grueso y corto, amarillo con la punta roja. Los ojos son castaños y quedan rodeados por anillos oculares negros. Las patas son negras, pero las suelas de los pies son amarillas.

Es propia del centro y oeste de África. Habita en las junglas lluviosas, desde el nivel del mar hasta los dos mil setecientos metros de altitud, y raramente baja de las ramas de los árboles. No vuela muy a menudo, y prefiere desplazarse saltando por las ramas o con planeos cortos. Se alimenta casi solamente de frutos blandos. A pesar de su tamaño y coloración, es difícil de ver dado su enramado hábitat, pero es fácil de detectar por su sonido, que a menudo efectúa a coro en pequeños grupos. Es uno de los turacos más sociables, pudiendo formar bandadas de hasta quince ejemplares, aunque tampoco raro verlo en solitario o en pareja. Suele criar al terminar la estación lluviosa para que sus polluelos tengan abundancia de alimentos. Su nido está hecho de ramitas, tiene un aspecto desaliñado y se sitúa en la copa de un árbol, a entre ocho y veinticinco metros del suelo, bien oculto entre el follaje. La hembra pone por lo general dos huevos (raramente uno o tres), muy redondeados, que ambos padres se turnan para incubar durante un mes: es el periodo de incubación más largo de todos los turacos. Los polluelos nacen con los ojos ya abiertos, y son alimentados por ambos padres y en ocasiones por hermanos mayores de nidadas anteriores. Crecen rápidamente, y a las dos o tres semanas de nacer saltan por el ramaje alrededor del nido, y a las cuatro o cinco semanas dan sus primeros vuelos. Seguirán junto a sus padres durante algunos meses después de abandonar el nido. Es un ave apreciada como alimento en muchos pueblos del África occidental.