Harraphidia laufferi

Harraphidia laufferi (Navás, 1915) H. Aspöck, 1990

4-Junio-2021.
Europa, España, Andalucía, Almería, Sierra Nevada.
Obs: Ejemplares fotografiados el 25 de julio de 2021 en Parador (Almería) en casa de Francisco Rodríguez Luke (Faluke) por Isidro Martínez.
Leg: Francisco Rodríguez Luque. Det: Luis Rozas.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Neuroptera.
Suborden: Raphidioptera.
Familia: Raphidiidae.
Género: Harraphidia.
Subgénero: Flavoraphidia.
Especie: Harraphidia laufferi.

Es una especie de mosca serpiente de tamaño pequeño. Su cabeza es negra, ovalada, fuertemente estrechada en la base, con el clípeo y el labro pardos. Las antenas son marrones oscuras en su totalidad. El pronoto es delgado, de color marrón en su mitad anterior y negro en la posterior, en la cual posee un dibujo que puede ir del amarillo al pardo, además todo el pronoto posee un fino reborde parduzco. Las patas anteriores son marrones con tibias y tarsos amarillentos, las medias poseen coxas negras, fémures marrones y tibias y tarsos amarillentos, y las posteriores poseen coxas y fémures negros y tibias y tarsos amarillentos. El abdomen es de marrón a negro con una banda dorsal mediana de color amarillento, la cara ventral del abdomen es marrón con manchas amarillas. Como en todas las moscas serpiente, las hembras tienen el abdomen rematado en un largo ovopositor semejante a una aguja levemente curvada. Las alas son transparentes con venas pardas, que a menudo se vuelven ocráceas en la base del ala. El ala anterior mide de cinco y medio a ocho milímetros de longitud. Su pterostigma es amarillo, de tamaño mediano, y está atravesado por una vena. Justo antes del pterostigma, carece de la vena transversa entre la costa y el radio, a diferencia de las demás especies de este género y a semejanza de todos los demás géneros de moscas serpiente. También carece de las venas transversas subcostales de las alas posteriores, que sí poseen las otras tres especies de su género.

Es endémica del centro y sur de la Península Ibérica. Habita en jardines áridos, plantaciones de secano (olivares), pinares claros y zonas de matorral mediterráneo, desde el nivel del mar hasta los mil seiscientos metros de altitud. Los imagos suelen hallarse reposando sobre el follaje de árboles y arbustos, a menudo en el sotobosque. A veces, numerosos individuos de ambos sexos se congregan en tan sólo unos pocos metros cúbicos de vegetación, por lo que probablemente esta especie acuda al olor de sus semejantes para formar agregaciones. Se alimenta de otros insectos, y al menos en situaciones de estrés o confinamiento, no desdeña cazar y devorar a ejemplares de su misma especie. La larva se desarrolla en el suelo durante dos años, escondiéndose entre la hojarasca. Inverna como larva y al siguiente año como crisálida. Al estudiar esta especie, el insigne neuropterólogo Víctor Monserrat descubrió que no necesita de temperaturas muy bajas, próximas o inferiores al punto de congelación, para transformarse de larva a crisálida, ya que habita en zonas donde nunca se alcanzan temperaturas tan bajas. Este descubrimiento es importante ya que hasta entonces se creía que para todas las especies de moscas serpiente, este choque de frío era un requisito completamente imprescindible para la pupación y las larvas que no pasaban por este periodo frío nunca llegaban a pupar y por tanto a transformarse en adultos.