Hanleya hanleyi

Hanleya hanleyi (W. Bean, 1844)

21-Julio-2023.
Cautividad. Europa, Noruega, Hordaland, Midhordland, Bergen, Universitetet i Bergen, Muséplassen, Museo Universitario de Historia Natural.
Leg: Isidro Martínez. Det: Museo de historia natural de Bergen.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Mollusca.
Clase: Polyplacophora.
Orden: Neoloricata.
Suborden: Lepidopleurina.
Familia: Hanleyidae.
Género: Hanleya.
Especie: Hanleya hanleyi.

Ésta es la especie tipo del género Hanleya. Es un quitón que posee dos formas, una que no supera los dos centímetros de longitud, y otra gigante, que clásicamente se ha considerado como una especie diferente (Hanleya nagelfar), que supera regularmente los ocho centímetros de longitud, pero que aparte del tamaño apenas posee diferencias con la forma típica. Su concha es ovalada, estrechamente oblonga, de color blanco parduzco. Las valvas intermedias poseen una quilla central y las pendientes laterales rectas, con un claro pico posterior. La superficie del tegumento está esculpida por hileras longitudinales de gránulos ovalados que forman un patrón radial, y que aumentan de tamaño hacia los márgenes externos. La valva anterior es semicircular, con una incisión apical. La valva posterior posee un mucrón central prominente, por detrás del cual la pendiente es recta. El interior de las valvas es blanco o verde pálido. El manto o perinoto está cubierto de diminutas espinas rectas, incluyendo algunas un poco más largas, y se hace más ancho en proporción al cuerpo conforme más crece el animal. El diente central de la rádula es alto y amplio, con dentículos puntiagudos.

Se distribuye por el norte y centro del Océano Atlántico, desde Groenlandia hasta el norte de África, y penetra por el Mediterráneo, aunque allí es mucho más raro. Es un quitón bentónico que se puede encontrar desde el nivel intermareal hasta los mil seiscientos cincuenta metros de profundidad, adherido bajo las rocas, conchas, esqueletos de corales y otros sustratos duros, o, en el caso de la forma gigante, sobre las grandes esponjas chorístidas de las que se alimenta. La forma gigante probablemente pasa toda su vida en la misma esponja y prácticamente no se desplaza, creando en su hospedador un hueco que rodea parcialmente la base del quitón. La forma pequeña parece tener una dieta mucho menos especializada, y además de esponjas consume todo tipo de animales sésiles, como hidroides, foraminíferos, pequeños bivalvos y pequeñas bellotas de mar. Se ignora si la forma pequeña puede transformarse en la forma gigante si se le da acceso a esponjas, se han intentado experimentos al respecto en condiciones de laboratorio, pero que no han podido llevarse a cabo debido a fallos en el sistema de agua que acabaron prematuramente con los ejemplares de los acuarios. Sus huevos poseen una inusualmente grande gota de líquido que incrementa su flotabilidad, y son dispersados por las corrientes.