Dorygnathus banthensis

Dorygnathus banthensis (Theodori, 1830) Owen, 1860

10-Septiembre-2021.
Cautividad. Europa, Austria, Viena, Innere Stadt, Museo de Historia Natural de Viena. Pieza recolectada en Holzmaden, Alemania, de hace 180 millones de años.
Coordenadas: 48°12′18″N, 16°21′34″E.
Leg: Isidro Martínez. Det: Naturhistorisches Museum Wien.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Sauropsida.
Orden: Pterosauria.
Superfamilia: Rhamphorhynchoidea.
Familia: Rhamphorhynchidae.
Subfamilia: Rhamphorhynchinae.
Género: Dorygnathus.
Especie: Dorygnathus banthensis.

La única especie conocida del género Dorygnathus fue de tamaño moderado, que medía hasta un metro y setenta centímetros de envergadura alar, y pesaba unos tres kilos. Poseía una cabeza alargada y puntiaguda, de hasta dieciséis centímetros de longitud, con los ojos grandes, la frente recta, y un pico armado de enormes dientes curvados muy finos y afilados, semejantes a grandes espinas o agujas, que sobresalían mucho de las mandíbulas cerradas, alternándose con los dientes de la mandíbula opuesta. Eran los dientes más largos en proporción a la cabeza de entre todos los pterosaurios conocidos. Cuatro de estos grandes dientes se disponían a cada lado de la mitad anterior de la mandíbula superior, y tres en cada mitad anterior de la mandíbula inferior (cuya punta era desdentada), en cambio, la mitad posterior de la mandíbula superior estaba ocupada por dientes similares pero bastante más pequeños, y la mitad posterior de la mandíbula inferior, tenía dientes muy pequeños y regulares (ocho o más por cada hemimandíbula), que contrastaban mucho con los enormes dientes anteriores. El número total de dientes era de al menos cuarenta y cuatro. Su cuello era corto, aunque más largo que el de otros pterosaurios basales, y poseía ocho vértebras cervicales, largas y robustas. El cuerpo estaba cubierto de pelo. El esternón era pequeño y triangular. Las alas eran cortas y estrechas, con un hueso pteroide en la muñeca, corto y robusto, dirigido hacia el cuello, en este hueso se sustentaba el propatagio, es decir la parte de la membrana alar situada frente a los huesos de brazo. Los tres primeros dedos del ala eran pequeños, con garras cortas muy curvadas, el cuarto dedo se unía al quinto dedo, que como en todos los pterosaurios formaba el borde frontal de la mayor parte del ala, soportando la membrana principal de vuelo. Las patas tenían la tibia más corta que el fémur, y poseían el quinto dedo muy alargado, y orientado hacia los lados, siendo bastante plausible que este dedo soportase un cruropatagio, o membrana de vuelo situada entre las patas y la cola. La cola era larga, rígida salvo en la base más flexible, estando formada por veintisiete o veintiocho vértebras. Se desconoce si la cola terminaba en una expansión similar a una hoja, como en sus parientes cercanos los Rhamphorhynchus.

Vivió en el archipiélago de Europa a inicios del Jurásico, hace entre ciento ochenta y tres y ciento ochenta y dos millones de años. Era un animal especializado en la captura de peces, a los que atrapaba en la superficie del agua mientras volaba a ras de ella, reteniendo a sus resbaladizas presas con sus dientes como agujas. Las crías crecían muy rápidamente, y al alcanzar la madurez sexual, su crecimiento se ralentizaba notablemente. El ejemplar más pequeño hallado de esta especie medía ya unos considerables sesenta centímetros de envergadura alar, lo que puede indicar que las crías más pequeñas no se aventuraban en el mar, en donde murieron los ejemplares adultos cuyos fósiles se han encontrado. Esto es una posible indicación de que los adultos quizá cuidaban de sus crías y les traían alimentos en un nido, hasta que se podían independizar. Su corta existencia como especie, de tan solo un millón de años, tal vez pudo deberse a una anatomía poco perfeccionada, ya que su pequeño esternón impedía que tuviese un vuelo muy ágil y poderoso, y sus garras no eran las más idóneas para trepar por los acantilados. Sus fósiles, correspondientes a unos cincuenta ejemplares (unos treinta de ellos relativamente completos, siendo el resto huesos aislados), han sido hallados casi todos en Alemania, salvo uno en Francia, y muchos de ellos se hallan depositados en el Museo Estatal de Historia Natural de Stuttgart.

Reconstrucciones en vida:
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