Cladoselache clarki

Cladoselache clarki (Claypole, 1893)

10-Septiembre-2021.
Cautividad. Europa, Austria, Viena, Innere Stadt, Museo de Historia Natural de Viena. Pieza recolectada en Cleveland, Ohio.
Coordenadas: 48°12′18″N, 16°21′34″E.
Leg: Isidro Martínez. Det: Naturhistorisches Museum Wien.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Chondrichthyes.
Orden: Cladoselachiformes.
Familia: Cladoselachidae.
Género: Cladoselache.
Especie: Cladoselache clarki.

El género Cladoselache es el más primitivo de entre todos los tiburones conocidos, ya que apareció incluso antes que el Stethacanthus. Podía alcanzar hasta dos metros de longitud y su cuerpo era largo, esbelto y cilíndrico. La piel era lisa, poseyendo dentículos dérmicos únicamente alrededor de las aletas, de la boca y de los ojos, en lugar de en toda su superficie como sucede en los tiburones modernos. Tenía un hocico corto y redondeado. Su boca era extraña, de gran tamaño, situada en el centro de la cabeza. Poseía una articulación mandibular muy débil, pero con músculos muy potentes. Sus dientes tenían numerosas cúspides y el borde de éstas era liso. Poseía dos aletas dorsales, cada una precedida por una espina resistente pero ligera, compuesta por dentina y esmalte. A los lados del pedúnculo caudal poseía quillas poderosas, y la aleta caudal tenía forma de media luna, con ambos lóbulos de un tamaño similar (aleta homocerca). A diferencia de todos los demás tipos de tiburones, éste carecía de pterigopodios, por lo que se ignora cómo era su reproducción.

Vivió a finales del Devónico, hace unos trescientos sesenta millones de años, al menos en la zona de transición del pequeño brazo de mar llamado Océano Rheico al inmenso Océano Pantalásico que ocupaba casi toda la superficie del planeta. Medraba cerca de las costas del sur de Laurentia o Euramérica. Los peces modernos que tienen quillas laterales pronunciadas en el pedúnculo caudal, como algunos tiburones pelágicos, los atunes y los marlines, son especies de aguas abiertas y natación poderosa, por lo que es muy probable que el Cladoselache llevase un similar modo de vida. Era un depreddor activo que nadaba rápidamente tras sus presas. Es probable que las atrapase por la cola en persecución, y las engullía enteras ya que no podía masticar. En sus fósiles a menudo se han hallado restos de presas digeridas en el estómago, incluyendo peces de aletas radiadas, crustáceos y protovertebrados.