Calliactis polypus

Calliactis polypus (Forsskål, 1775) Klunzinger, 1877

10-Septiembre-2021.
Cautividad. Europa, Austria, Viena, Innere Stadt, Museo de Historia Natural de Viena.
Coordenadas: 48°12′18″N, 16°21′34″E.
Leg: Isidro Martínez. Det: Naturhistorisches Museum Wien.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Cnidaria
Clase: Anthozoa.
Orden: Actiniaria.
Suborden: Enthemonae.
Superfamilia: Metridioidea.
Familia: Hormathiidae.
Género: Calliactis.
Especie: Calliactis polypus.

Esta anémona de mar puede alcanzar hasta ocho centímetros de longitud de columna, y de uno a cuatro centímetros de diámetro. La base de la columna es amplia, con bordes ondulantes. Conforme sube, la columna se va haciendo más estrecha. Es de color pardo pálido con parches blancos y estrías longitudinales y algunas manchas rosas. Cerca de la base de la columna hay un anillo de protuberancias como bultos redondos blancos, regularmente dispuestos. En el centro de cada protuberancia hay un orificio llamado cinclido, desde donde expulsa los filamentos rosas urticantes. Desde el anillo de protuberancias blancas hasta el borde del pie de la columna, ésta es de color pálido con estrías púrpuras, y esta coloración de la base de la columna es diagnóstica de la especie. El disco oral presenta numerosos anillos de tentáculos, los cuales son cortos y de color pardo translúcido con la base más pálida, a menudo moteados de blanco. Los tentáculos son muy pegajosos, al igual que el pie de la columna. Esta especie posee tres tipos de nematocistos.

Se distribuye ampliamente por todo el Indopacífico subtropical, desde el Mar Rojo hasta Panamá. Puede verse desde el nivel de la superficie hasta unos veinticinco metros de profundidad, aunque raramente por debajo de los quince metros ni por encima de los dos metros. Habita en arrecifes coralinos y rocosos, lagunas, bahías y otros lugares resguardados de las corrientes. Es una de las llamadas anémonas de ermitaño, ya que crecen sobre la concha de un caracol transportada por un cangrejo ermitaño. La anémona en sí misma no muestra ninguna intención de anclarse a una concha de caracol, con o sin ermitaño: es el cangrejo el que cuando encuentra una de estas anémonas, masajea la base de su columna con sus patas hasta que la anémona se relaja lo suficiente como para desanclarla del sustrato. El cangrejo voltea entonces a la anémona y presiona su concha de caracol contra la base del pie para lograr que se ancle a ella. Numerosos ejemplares pueden crecer juntos en una misma concha. Cuando el cangrejo necesita cambiar de concha, transfiere sus anémonas de la vieja a la nueva. Cuando la anémona es molestada, expulsa por los cinclidos gran cantidad de filamentos de color rosa vivo, llamados acontios, que contienen numerosos nematocistos urticantes.