Cylindromyia carolinae

Cylindromyia carolinae (Robineau-Desvoidy, 1830)

26-Julio-2019.
Cautividad. América, Norteamérica, Estados Unidos, Nueva Inglaterra, Massachusetts, Suffolk, Boston, Museo de las Ciencias de Boston.
Leg: Isidro Martínez. Det: Boston Museum of Sciences (como Ocyptera carolinae).


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Diptera.
Suborden: Cyclorrhapha.
Superfamilia: Oestroidea.
Familia: Tachinidae.
Subfamilia: Phasiinae.
Género: Cylindromyia.
Especie: Cylindromyia carolinae.

Esta mosca pertenece a un género muy homogéneo por lo que resulta muy difícil de diferenciar de otras especies del mismo. Su cabeza es tan alta como larga, con la parte posterior prominente de modo que los ojos no llegan al borde posterior. La frente es moderadamente amplia y con una ancha estría frontal. Las antenas están insertas en la parte superior de la frente, tienen la arista desnuda. Carece de palpos. La probóscide es esbelta, pero no muy larga. Las hembras poseen dos pares de cerdas orbitales y los machos ninguna. El tórax es estrecho, apenas de la misma anchura que la cabeza, con húmeros prominentes. La sutura torácica se halla en la mitad posterior del tórax. El abdomen es estrecho y alargado, de color rojo en los laterales. El segmento basal, aunque corto, es bien visible, a diferencia de la mayoría de los Tachinidae que lo tienen oculto. Este segmento es el único del abdomen que carece de cerdas. El esternito basal del abdomen se superpone a los demás. Las alas son estrechas y algo ahumadas. Las patas son gruesas, negras, las uñas y almohadillas están alargadas en el macho, pero no en la hembra.

Es una especie propia de Norteamérica, desde Massachusetts hasta California y Florida así como en Jamaica. Fue descrita de "las Carolinas", pero no existen ejemplares tipo conservados, por lo que es una especie algo confusa y de taxonomía dudosa, siendo la única especie norteamericana del género que no está adscrita a ningún subgénero. En realidad, parece ser que se trata de una mezcla de varias especies, y por tanto un nombre inválido. Los adultos visitan las flores para libar su néctar, con especial predilección por las compuestas, como Achillea y Rudbeckia. Su larva es parásita tanto de saltamontes de la familia Acrididae como de las orugas de polillas (por ejemplo Mythimna unipuncta). Se ignora su biología exacta, pero otras especies del mismo género no matan a su hospedador, ni siquiera en el momento de la emergencia del adulto, por lo que es posible que sea el caso también en esta especie. Cuando la larva está lista para pupar sale de su hospedador y cae al suelo donde se transforma en crisálida entre la hojarasca, invernando en esta fase.