Hartigiola annulipes

Hartigiola annulipes (Hartig, 1839)

24-Agosto-2008.
España, Aragón, Huesca, Pirineos, Alto Gállego, Panticosa, en un bosquete, sobre una hoja de haya (Fagus sylvatica)
Leg: Isidro Martínez. Det: Antonio Serrano.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Diptera.
Suborden: Nematocera.
Superfamilia: Sciaroidea.
Familia: Cecidomyiidae.
Subfamilia: Cecidomyiinae.
Género: Hartigiola.
Especie: Hartigiola annulipes.

Ésta es la especie tipo de las dos que conforman el género Hartigiola. Los adultos son prácticamente desconocidos y su aspecto debe de ser muy similar al de otros cecidómidos, con patas y antenas muy largas y finas, un cuerpo alargado y alas espatuladas de venación reducida. Las agallas son redondeadas o subcilíndricas, pequeñas, lanosas y situadas en hilera (a menudo de forma alterna) a los lados del nervio central de la hoja verde de haya, por el haz. Miden hasta cinco milímetros de altura y tres de diámetro, y son de color desde blanco verdoso hasta rojizo oscuro según su grado de desarrollo y madurez. Se anclan a la hoja mediante una base estrecha. Las agallas comienzan como pequeñas pústulas circulares aplanadas, visibles por ambas caras de la hoja, cuya lanosidad se desarrolla dentro de la hoja antes de romper la epidermis y salir al exterior. La larva es blanca y rechoncha, y mide hasta tres milímetros de diámetro.

Su área de distribución coincide con la del haya común, ocupando la Europa templada. Habita en hayedos, en bosques mixtos con hayas o incluso en parques y jardines con ejemplares cultivados de haya. Sus larvas producen agallas exclusivamente en las hojas de haya (Fagus sylvatica y Fagus orientalis). Normalmente las agallas se sitúan en lo más alto de la copa del haya. Puede haber hasta alrededor de medio centenar de estas agallas en una sola hoja de haya, pero el árbol no ve afectado su crecimiento por estos inquilinos. Hay una sola larva por cada agalla, y se sitúa siempre en la base del hueco interior de la agalla. Las agallas se forman hacia el mes de mayo y permanecen en el árbol hasta la caída de las hojas. La larva hiberna dentro de la agalla en la hoja caída, y en primavera se transforma en crisálida dentro de la misma agalla. Los imagos vuelan de mediados de mayo a inicios de junio, en una sola generación anual.