Eudicella ducalis

Eudicella ducalis Kolbe, 1914

22-Julio-2017.
Cautividad. Europa, España, Madrid, Faunia, en la exposición permanente "Microfauna" realizada por Pedro Velasco.
Leg: Isidro Martínez. Det: Pedro Velasco.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Coleoptera.
Suborden: Polyphaga.
Superfamilia: Scarabaeoidea.
Familia: Cetoniidae.
Subfamilia: Cetoniinae.
Género: Eudicella.
Especie: Eudicella ducalis.

Eudicella ducalis es la especie más grande del género Eudicella. Generalmente los machos miden cinco centímetros de longitud, pero en ocasiones llegan a alcanzar cinco centímetros y medio. Las hembras son más pequeñas que los machos debido a que no poseen cuernos en la cabeza, los ejemplares más pequeños miden unos tres centímetros de longitud. El cuerno de la cabeza del macho tiene forma de Y, con las puntas agudas y rectas, en la base de este cuerno central bifurcado aparece a cada lado una pequeña espina dirigida hacia delante. La parte delantera de la cabeza es en ambos sexos de color rojizo oscuro, y la mitad posterior de la cabeza es en cambio de color verde metálico. También son de color verde metálico uniforme el pronoto, el enorme escuelo y las patas. En cambio, los élitros son de color pardo anaranjado claro, y están recorridos por bandas longitudinales negras bien marcadas: una alrededor de la sutura elitral que se bifurca bordeando el escutelo, y la otra paralela al margen externo y cercana a éste. Las patas anteriores de los machos son más largas que las medias y posteriores y carecen de dientes en la tibia, las patas anteriores de las hembras son de la misma longitud que las restantes y poseen las tibias dentadas en su borde externo.

Es un escarabajo endémico de las montañas de Virunga, que se extienden desde Zaire hasta Uganda en África ecuatorial. Los adultos se alimentan de frutas en descomposición, y en menor grado también pueden acudir a las flores. Sus larvas se crían en la materia vegetal en descomposición que hay bajo la hojarasca del bosque. En cautividad son más delicadas y exigentes que otras especies del género, requiriendo mayor humedad y un sustrato adecuado. Si dos larvas se hallan confinadas en un mismo espacio, la más grande matará y devorará a la más pequeña, por lo que deben criarse de forma separada. La larva tarda seis o siete meses en transformarse en escarabajo adulto. Una vez como imago puede vivir tres o cuatro meses más.