Bettongia penicillata

Bettongia penicillata Gray, 1837 ssp. ogilbyi (Waterhouse, 1841)

9-Agosto-2013.
Cautividad. Europa, República Checa, Praga, Zoo de Praga.
Leg: Isidro Martínez. Det: František Tymr.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Synapsida.
Orden: Marsupialia.
Suborden: Diprotodontia.
Familia: Macropodidae.
Subfamilia: Potoroinae.
Género: Bettongia.
Especie: Bettongia penicillata.

El betong es un simpático canguro diminuto, uno de los canguros-rata. Tiene una altura de unos treinta centímetros, y mide entre veintiocho y treinta y ocho centímetros de longitud corporal, a la que se suma una cola de veinticinco a treinta y seis centímetros de longitud. Su pelaje es largo y denso, de color gris-pardo, con las partes ventrales más claras. La cola es parcialmente prensil, con una cresta dorsal negra en la parte apical, formada por pelos más largos que la parte basal, la cara ventral de toda la cola es en cambio de color pardo grisáceo pálido. Posee una cara corta con un morro afilado. Sus ojos son grandes y oscuros, y sus orejas son pequeñas y redondeadas, con la base teñida de rojizo. En las patas posteriores, de color pardo pálido, posee largas uñas. Como la mayoría de los canguros, el betong suele permanecer apoyado sobre sus patas posteriores, dejando las anteriores colgando cerca del vientre, y se desplaza a saltos usando solamente las patas posteriores. El betong tenía dos subespecies, la nominal y la subespecie ogilbyi. La nominal ya se ha extinguido.

Antaño, este marsupial se distribuía por casi toda Australia, excepto el norte y el este. Se podía encontrar en más de la mitad de la superficie del continente. Sin embargo, hoy en día su área de distribución no supera el uno por ciento del continente, habiendo quedado relegado a unos minúsculos fragmentos en el extremo sudoeste del país. Habita en bosques esclerófilos, eucaliptales y el matorral de mallee. Es estrictamente nocturno, y pasa el día oculto en su nido forrado de hierbas y corteza. Este nido se sitúa bajo la protección de un arbusto, tiene forma de cúpula, y se sabe que los animales acarrean el material de construcción con su cola prensil. Se alimenta de bulbos y raíces, insectos, semillas e incluso resina o carroña, sin embargo, la mayor parte de su dieta está formada por hongos hipogeos que sólo pueden ser digeridos con la ayuda de bacterias. El betong fue muy importante para la dispersion de estos hongos. No bebe agua, obteniéndola exclusivamente de su alimento. Es un animal solitario, y aunque no hay peleas territoriales, solo se junta con sus congéneres para anidar y procrear. La hembra pare una o dos crías tras tres semanas de gestación, pero si nacen dos solo cuidará a una de ellas. La cría permanece en el marsupio de su madre por poco más de tres meses.

Su extinción casi es inminente, está en peligro crítico, en el mismo borde de la desaparición completa. Los factores que le afectan son la introducción de las destructivas ovejas en un país donde jamás han existido animales similares a ellas como es Australia, la destrucción de pastizales y sabanas en beneficio de la expansión agrícola, el aumento de la frecuencia de los incendios, y la introducción de predadores igualmente ajenos a la fauna australiana, especialmente el zorro rojo (Vulpes vulpes). Se hicieron loables esfuerzos por recuperar la especie, controlando la población de zorros e introduciendo al betong en ciertas islas libres de zorros. La población se fue recuperando, alcanzó cerca de unos cuarenta mil individuos, y la especie fue tachada de la lista de especies en peligro. Sin embargo, en 2001 y los cinco años siguientes, las poblaciones de este animalito sufrieron una disminución drástica por razones poco claras, de modo que vuelve a estar en el borde mismo de la extinción, con apenas un diez por ciento de la población que había alcanzado antes de 2001. Se especula que las causas de este nuevo y más reciente desastre están relacionadas con la depredación, la destrucción del hábitat y posiblemente la transmisión de enfermedades causadas por un par de parásitos.