Agathis ovata

Agathis ovata (C. Moore ex Vieillard, 1862) Warburg, 1900

15-Agosto-2013.
Cautividad. Europa, República Checa, Praga, Jardín Botánico de Praga, exhibición de Fata Morgana, invernadero de Fata Morgana.
Leg: Isidro Martínez. Det: Botánico de Praga.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Pinopsida.
Orden: Pinales.
Familia: Araucariaceae.
Subfamilia: Agathoideae.
Género: Agathis.
Especie: Agathis ovata.

Esta conífera es una de las muchas especies de seres vivos que la evolución ha confinado en la fabulosa isla de Nueva Caledonia, que por haber estado aislada durante millones de años, ofrece un retazo de la biodiversidad propia de otras épocas. En esta isla crecen cinco especies diferentes del género Agathis.

Mide hasta veinticinco metros de altura, un gran árbol, pero muy pequeño comparado con otras especies del género Agathis. Su tronco es recto y liso cuando crece en bosques, pero en zonas de matorral es un arbolito de hasta ocho metros cuyo tronco se ramifica desde el suelo. Su corteza tiene profundas fisuras y es de color pardo blanquecino por la parte externa y castaño rojizo en su interior. La copa es algo aplanada, con ramas alternas, opuestas o verticiladas provistas de yemas redondas formadas por cuatro escamas densamente imbricadas. Las hojas son ovadas (como indica su nombre) u ovado-elípticas, de color verde oscuro por el haz y pálido por el envés, y miden hasta ocho centímetros de longitud y cinco de anchura. Las flores masculinas son cilíndricas, glaucas, de hasta cinco centímetros de longitud y uno y medio de diámetro. El fruto es una piña globosa de unos diez centímetros de diámetro, provista de semillas aladas.

Es endémica de las zonas de media montaña de la isla, principalmente en el macizo del Sur, con algunas poblaciones residuales más al norte. Sus poblaciones están muy fragmentadas y la especie se halla en peligro de extinción, sus mayores amenazas son la extracción ilegal de su madera, los incendios, y las actividades mineras que destruyen su hábitat, además tiene un crecimiento lento y unos porcentajes de germinación y dispersión muy bajos. Crece en suelos rocosos, en forma de pies aislados que sobresalen por encima del matorral (maquia) o por encima del dosel de bosques de latifolios. Este árbol puede vivir hasta quinientos años, siendo mas longevo cuando crece en bosques que cuando habita en matorrales.