Callionima pan

Callionima pan (Cramer, 1779)

29-Noviembre-2011.
Cautividad. Europa, España, Aragón, Zaragoza, en una colección particular.
Leg: Isidro Martínez. Det: Ernesto Navarro.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Lepidoptera.
Suborden: Glossata.
Superfamilia: Bombycoidea.
Familia: Sphingidae.
Subfamilia: Macroglossinae.
Género: Callionima.
Especie: Callionima pan.

Esta esfinge es una de las varias especies muy semejantes entre sí que conforman el género Callionima. Tiene una envergadura alar que va de seis y medio a ocho centímetros. Por el anverso, las alas anteriores tienen una combinación de pardos y ocres que forma unos dibujos nebulosos y recuerda a una hoja seca, con la zona apical más clara que el fondo y algunas marcas del mismo color en los bordes anterior y posterior del ala. En el centro del ala destaca una contrastada mancha irregular, pequeña, de brillante color blanco plateado. El ala posterior, en cambio, tiene el reverso de rico color castaño anaranjado intenso, con algunas marcas marrones que se concentran en la zona del ángulo anal. El reverso de ambos pares de alas es pardo claro uniforme, con tenues hileras de marcas más oscuras que forman un complicado dibujo finamente ondulante. El grueso cuerpo fusiforme es de color pardo claro, con dos contrastadas marcas grandes, de color pardo oscuro, en sendos lados del tórax, y que se extienden por delante hasta los palpos, atravesando los ojos, que son del mismo color. A menudo aparece una pequeña mancha marrón aislada en el centro del dorso del abdomen. En los machos, la punta del abdomen termina en un mechón plano de pelos, como un abanico extensible con forma de pica, mientras que en la hembra, la punta del abdomen también termina en un mechón de pelos, pero con forma de brocha.

Se encuentra desde México hasta el sur de Brasil, dividiéndose en dos subespecies. Los imagos vuelan probablemente en dos o tres generaciones anuales, a lo largo de casi todo el año. Ambos sexos acuden a libar el néctar de las flores, especialmente las de corola largamente tubular. Los machos acuden con frecuencia a la luz artificial, pero las hembras son raramente vistas en ella. Las hembras atraen a los machos mediante feromonas emitidas por el extremo de su abdomen. Las orugas se alimentan de las hojas de apocináceas. La crisálida se forma en un capullo fibroso poco denso, entre la hojarasca del suelo.