Avena fatua

Avena fatua Linnaeus, 1753

2005.
Europa, España, Comunidad Valenciana, Castellón, entre Peñíscola y Benicarló, en una finca particular.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Liliopsida.
Orden: Cyperales.
Familia: Poaceae.
Subfamilia: Pooideae.
Género: Avena.
Especie: Avena fatua.

La ballueca o avena loca es una gramínea anual, que puede alcanzar hasta un metro y medio de altura cuando se encuentra en floración o fructificación. De sus raíces fibrosas y muy ramificadas emergen sus gráciles tallos erectos, cilíndricos y finos, que portan hojas alternas, ásperas y ascendentes, cuyo limbo mide hasta cuarenta y cinco centímetros de longitud y dos de anchura, y cuyo margen es peloso. Las hojas inmaduras nacen enrolladas, desplegándose después. Su inflorescencia es ligera y elegante, consistiendo en una panícula racemosa de hasta cuarenta centímetros de longitud, con eje central erecto (normalmente algo arqueado, al menos hacia su ápice) pero con espiguillas péndulas, que nacen en el extremo de finísimos y largos pedúnculos más o menos horizontales. Cada espiguilla está formada por tres (raramente dos) flores, cubiertas por un par de lemas de hasta dos centímetros de longitud, densamente barbadas con largos pelos claros en su mitad basal, con siete o nueve nerviaciones verdes en cada una, y terminadas en un par de dientes de hasta dos milímetros. Del dorso de las lemas emerge una larga y fina arista de tres o cuatro centímetros de longitud, negra en su mitad basal y pajiza en la mitad apical, estando a menudo acodada en el punto de transición entre ambos colores. Las lemas están a su vez cubiertas por un par de glumas papiráceas, estriadas y lanceoladas, de hasta tres centímetros de longitud. El fruto es un grano largo y estrecho, de hasta un centímetro de longitud y un milímetro y medio de diámetro, de color pardo variable cubierto de pelillos amarillentos.

Se halla ampliamente repartida por el Mediterráneo y Eurasia, donde resulta muy frecuente en terrenos baldíos y removidos, tales como graveras, márgenes de cultivos, caminos y jardines. También ha sido introducida fuera de su área nativa, en prácticamente todo el mundo, salvo en aquellas zonas que por su climatología harían imposible la supervivencia de esta planta: desiertos, regiones tropicales y zonas polares. Sus semillas son muy resistentes, pudiendo permanecer latentes más de ocho años si no se hallan en las condiciones adecuadas para germinar antes. Si quedan enterradas a más de diez centímetros de profundidad, permanecerán en estado latente.

La avena cultivada (Avena sativa) es fácil de distinguir por sus aristas muy cortas, y porque las glumas no poseen la densa cobertura de largos pelos claros en la base. Más difícil resulta distinguirla de otras balluecas o avenas silvestres: los dos dientes de hasta dos milímetros de longitud en el extremo de las lemas permiten distinguir a esta especie de Avena barbata, y el raquis peloso y las flores que se desprenden individualmente son lo que permite distinguirla de Avena sterilis.