Dosinia ponderosa

Dosinia ponderosa (Gray, 1838)

27-Julio-2019.
Cautividad. América, Norteamérica, Estados Unidos, Nueva Inglaterra, Massachusetts, Suffolk, área metropolitana de Boston, Cambridge, Campus de la Universidad de Harvard, Museo de Historia Natural de Harvard.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Mollusca.
Clase: Bivalvia.
Orden: Veneroida.
Superfamilia: Veneroidea.
Familia: Veneridae.
Subfamilia: Dosiniinae.
Género: Dosinia.
Especie: Dosinia ponderosa.

Con hasta quince y medio centímetros de diámetro, ésta es la especie más grande del género Dosinia, tal y como queda reflejado en sus antiguas sinonimias Cytheria gigantea, Dosinia grandis y Dosinia titan. Es conocida con el nombre común de almeja mantequilla o almeja blanca. Sus gruesas y grandes valvas son iguales, orbiculares, con un umbo muy pronunciado. Las valvas son ligeramente convexas, dando al animal en conjunto un aspecto discoide y aplanado. La superficie externa de las valvas es blanca (cubierta con un perióstraco amarillo en los ejemplares vivos o recientes, aunque el perióstraco se va desgastando y descamando a partir del umbo), y está ornamentada tan sólo con líneas concéntricas de crecimiento, que se van atenuando hasta casi desaparecer conforme el animal crece. La carne del animal vivo es de color cremoso asalmonado pálido, y el manto ocupa toda la cavidad de la concha, pero el pie y los sifones no pueden sobresalir mucho del contorno de la concha.

Se distribuye por las aguas cálidas de las costas del Pacífico oriental, llegando al norte hasta Baja California, al oeste hasta las Islas Galápagos y al sur hasta Perú, pero también puede encontrarse, mucho más raramente, en el Atlántico centro-occidental. Habita en los fondos de arena fina en aguas someras de la zona sublitoral, desde el nivel de la superficie hasta los ochenta metros de profundidad. Se aloja en madrigueras someras excavadas con su pie en la arena fina o el fango. Se reproduce continuamente durante todo el año, pero con un máximo de julio a octubre. Es una especie poco conocida pero muy apreciada localmente para consumo humano. Restos subfósiles de estas conchas de hace once mil años, hallados en algunas cuevas de Baja California, demuestran que se usaron para cortar y trabajar el cuero por los hombres primitivos.