Apalone ferox

Apalone ferox (Schneider, 1783) Meylan, 1987
Sinónimo: Trionyx ferox (Schneider, 1783) Schweigger, 1812

1-Agosto-2019.
Cautividad. América, Norteamérica, Estados Unidos, Nueva Inglaterra, Nueva York, Manhattan, Museo Americano de Historia Natural, sala de la Biodiversidad.
Leg: Isidro Martínez. Det: American Museum of Natural History.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Sauropsida.
Orden: Chelonia.
Suborden: Cryptodira.
Superfamilia: Trionychoidea.
Familia: Trionychidae.
Subfamilia: Trionychinae.
Género: Apalone.
Especie: Apalone ferox.

La tortuga blanda de Florida es un reptil acuático, de color pardo oliváceo a negro. Su coloración se suele ir aclarando gradualmente conforme avanza su edad. El caparazón es muy aplanado y puede medir hasta cuarenta y cinco centímetros de longitud, siendo notablemente más grande en las hembras que en los machos, y está finamente bordeado de una contrastada raya amarilla o naranja. El plastrón es de color blanco y sin manchas. La cabeza termina en un hocico tubular, largo y fino, en cuyo extremo se abren los orificios nasales. La cabeza y patas tienen el mismo color de fondo que el caparazón, pero están salpicadas de contrastadas y llamativas manchitas y rayas amarillas o anaranjadas. Las patas terminan en dedos unidos por amplias membranas natatorias, las anteriores poseen tres uñas.

Se distribuye por el sudeste de Estados Unidos: Florida, Georgia, Alabama y Carolina del Sur. Habita en zonas pantanosas, con aguas estancadas o de corriente muy lenta, y fondo limoso. Normalmente es un animal tranquilo, que pasa la mayor parte de su tiempo en reposo, y no suele salir a asolearse como hacen otras tortugas, pero también es una cazadora activa que persigue a los peces que forman la mayor parte de su dieta, complementada con otros tipos de presas como moluscos y crustáceos. También es muy agresiva cuando es capturada y su largo cuello le permite dar dolorosos mordiscos aunque se cojan por la parte posterior del caparazón, pero evita los enfrentamientos y si puede huir del peligro lo hará, hundiéndose en el fondo del río y enterrándose en el sustrato hasta que crea que ha pasado el peligro. Raramente salen del agua si no es para poner sus huevos. Cada puesta contiene entre cinco y veinticinco huevos, y la hembra la entierra en la arena de la playa, a unos veinticinco centímetros de profundidad, dejando la incubación a cargo del sol. Las crías eclosionan al cabo de unos tres meses, y se dispersan de inmediato.