Copestylum avidum

Copestylum avidum (Osten Sacken, 1887)

10-Julio-2016.
América, Norteamérica, Estados Unidos, California, San Diego, Parque Balboa, Florida Canyon Native Plants Preserve.
Leg: Isidro Martínez. Det: Bill Dean.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Diptera.
Suborden: Cyclorrhapha.
Superfamilia: Syrphoidea.
Familia: Syrphidae.
Subfamilia: Eristalinae.
Género: Copestylum.
Subgénero: Phalacromya.
Especie: Copestylum avidum.

Este pequeño sírfido, de seis a nueve milímetros de longitud corporal, se consideró durante cierto tiempo como perteneciente al género Volucella. Presenta un aspecto muy "cabezón", especialmente visto de perfil. Sus grandes ojos oscuros están bien separados en ambos sexos, y están cubiertos de una corta pilosidad. La cara es blanquecina o color crema, alargada y afilada, y desde los ojos hasta la punta corre una amplia banda negra a cada lado, mientras que en el centro corre una banda vertical parduza mucho más fina y difusa. Las antenas se dirigen hacia abajo y tienen la arista plumosa. El tórax es negro con tenues marcas plateadas, una en forma de V invertida en su parte anterior y otra de forma subcuadrada y escotada en su centro en la parte posterior, mientras que los laterales del tórax son más bien parduzcos. Todo el tórax está cubierto de vellosidad. El abdomen, de vellosidad mucho más rala y corta que la del tórax y cabeza, es grueso y redondeado, de color miel, con un borde posterior negro en cada segmento y una línea longitudinal negra que en el primer segmento se bifurca rodeando el escudo parduzco. La cara ventral del abdomen es de color miel, sin marcas negras salvo un par de pequeñas manchas cerca de la punta. Las patas son negras, con una sombra anaranjada en las puntas de los fémures y la mitad basal de las tibias. Las alas son transparentes, salvo por un área ahumada en la mitad basal de la zona costal, y dos nítidas sombras oscuras rodeando sendas venas transversas en el centro de cada ala.

Se distribuye por el oeste de Norteamérica, desde la Columbia Británica hasta México. Los imagos pueden verse durante todo el año, siempre que los días sean cálidos, y se alimentan del néctar de todo tipo de flores. Sus larvas se alimentan, como es habitual en las casi trescientas especies que componen este género, exclusivamente de cactus en descomposición.