Anthocharis cethura

Anthocharis cethura C. Felder et R. Felder, 1865

26-Diciembre-2015.
Cautividad. Europa, España, Aragón, Zaragoza, Plaza Basilio Paraíso, Museo de Ciencias Naturales de Zaragoza.
Leg: Longinos Navás Ferrer. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Lepidoptera.
Suborden: Glossata.
Superfamilia: Papilionoidea.
Familia: Pieridae.
Subfamilia: Pierinae.
Género: Anthocharis.
Especie: Anthocharis cethura.

Con una envergadura alar de entre dos y medio y cuatro centímetros, esta especie de mariposa, a diferencia de otras del mismo género, tiene un escaso dimorfismo sexual. Sus alas son de color amarillo pálido (a veces blanco), con una mancha naranja cerca del ápice del ala anterior, rodeada de manchas blancas y negruzcas poco marcadas. Las fimbrías de las cuatro alas son blancas con pequeños puntos negruzcos dispuestos de forma regular y espaciada. El reverso del ala posterior posee un abigarrado dibujo verdoso grisáceo de intensidad y extensión variable. La oruga es de color verde a gris, densamente moteada de negro por el dorso, con marcas blancas en los flancos y una banda transversal naranja en cada segmento. La crisálida es muy afilada, estrecha y angulosa, de color pardo grisáceo moteado de negro. Los huevos son cónicos, de color verde azulado al principio y naranja poco después.

Se distribuye por el sudoeste de Estados Unidos y el norte de México, dividiéndose en diez subespecies. Por el norte alcanza hasta Nevada. Vive en colinas y barrancos en zonas subdesérticas rocosas. Los imagos vuelan en la primavera temprana (de febrero a abril), de forma rápida y errática, y los machos se congregan en las horas más calurosas del día esperando que las hembras eclosionen de sus crisálidas. Las hembras están activas en las horas más tardías del día, después que los machos. Las hembras fecundadas ponen sus huevos de forma aislada sobre los capullos florales de sus plantas nutricias. Es necesario que los pongan aisladamente, ya que las orugas recién nacidas devorarán los otros huevos de su especie, por los que sienten gran atracción. Sus orugas se alimentan de las flores y los jóvenes frutos de diversas crucíferas, como aquellas de los géneros Caulanthus, Descurania, Guillenia, Sisymbrium, Streptanthus y Thysanocarpus. Inverna como crisálida, la cual dura entre dos y once años. Habitualmente pasan de tres a cinco años en forma de crisálida. La larga longevidad de las crisálidas es una estrategia de esta especie desértica para emerger durante las condiciones climáticas más favorables en su duro hábitat.