Fragaria viridis

Fragaria viridis Duchesne, 1766

11-Agosto-2015.
Cautividad. Europa, Francia, Países del Loira, Loira Atlántico, Nantes, Jardin des Plantes de Nantes.
Coordenadas: 47°13′10″N, 1°32′34″O.
Leg: Isidro Martínez. Det: Jardín de las Plantas de Nantes.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Rosales.
Familia: Rosaceae.
Subfamilia: Rosoideae.
Género: Fragaria.
Especie: Fragaria viridis.

Esta fresa es una planta vivaz dioica, herbácea, rastrera y caducifolia que puede alcanzar hasta veinte centímetros de altura y extenderse mediante estolones hasta cubrir unos dos metros de anchura. Las hojas se disponen en rosetas basales, son largamente pecioladas (con el peciolo velloso) y trifoliadas, los foliolos son elípticos, de un verde mate y suavemente vellosos por ambas caras pero más por el envés, y sus márgenes son dentados. Las flores se sitúan en corimbos laxos, miden hasta tres centímetros de diámetro y posen cinco pétalos anchamente redondeados, de color blanco amarillento, y las masculinas poseen veinte estambres amarillos. Florece de mayo a junio. Sus frutos son vellosos, pequeños y comestibles, de sabor más ácido que la fresa común y sin aroma. Son de color rojo pero a veces pueden estar ya maduros cuando todavía son de color verde, de ahí el nombre de la especie, viridis que significa verde. Los aquenios (verdaderos frutos, semejantes a semillas) están profundamente hendidos en la piel de este falso fruto y regularmente espaciados.

La fresa común europea, Fragaria vesca, se distingue por su porte menor y estolones más cortos, por sus flores más pequeñas, de color blanco y nunca amarillento, por sus pétalos provistos de uñas más cortas, y por sus frutos no vellosos.

Es nativa de la mayor parte de Europa (salvo el norte y amplias zonas del oeste), el norte de Turquía, el Cáucaso, Siberia y Asia Central, llegando por el este hasta la región rusa de Krasnoyarsk. En Inglaterra no es nativa pero se ha naturalizado. Puede verse creciendo en praderas secas, márgenes de caminos, laderas herbosas y soleadas, estepas rocosas, linderos despejados y riberas áridas, siendo más frecuente sobre suelos calcáreos.