Echinosphaerites aurantium

Echinosphaerites aurantium (Gyllenhal, 1772)

10-Septiembre-2021.
Cautividad. Europa, Austria, Viena, Innere Stadt, Museo de Historia Natural de Viena. Pieza recolectada en Rusia.
Coordenadas: 48°12′18″N, 16°21′34″E.
Leg: Isidro Martínez. Det: Naturhistorisches Museum Wien.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Echinodermata.
Clase: Cystoidea.
Orden: Rhombifera.
Suborden: Hemicosmitida.
Superfamilia: Caryocystitoidea.
Familia: Pleurocystitidae.
Subfamilia: Echinosphaeritinae.
Género: Echinosphaerites.
Especie: Echinosphaerites aurantium.

Es una especie de equinodermo perteneciente a una clase ya extinta, aunque su aspecto redondeado hace recordar vagamente a un erizo de mar (de hecho, fue descrito originalmente como Echinus aurantium). Ésta es la especie tipo del género Echinosphaerites. Medía entre dos y medio y cuatro y medio centímetros de diámetro. Su teca lisa y esférica estaba compuesta por varios centenares de placas poligonales irregulares, en su mayoría hexagonales. En el polo opuesto a la boca, las placas se disponían en uno o dos anillos regulares, formando una ligera proyección. En el polo contrario aparecía otra proyección, muy variable en tamaño y forma, en la cual poseía braquiolas biseriadas ramificadas. Los poros de las placas estaban conectados por canales compuestos. La apertura anal se situaba a la derecha del gonóporo, cerca del margen de la testa, y más cerca del centro del animal se situaba la boca.

Vivió durante el Ordovícico medio, hace unos cuatrocientos setenta millones de años, concentrándose sobre todo en el Océano de Iapetus, y se dividió en cuatro subespecies. Sus fósiles han sido hallados principalmente en la costa de Estonia y otros lugares próximos del mar Báltico como el sur de Suecia, Letonia y la zona próxima a San Petesburgo en el noroeste de Rusia, sin embargo también hay registros de Grecia, Portugal y numerosos puntos de Canadá y Norteamérica oriental. A menudo, los fósiles consisten en rocas formadas por innumerables ejemplares de estos animales, apretados unos contra otros, lo que sugiere que o bien vivían en inmensas colonias muy densas, o bien sus esqueletos eran muy duraderos y se acumulaban en gran cantidad en el lecho marino después de morir.