Cliona patera

Cliona patera (Hardwicke, 1822)
Sinónimo: Poterion neptuni Schlegel, 1858

1-Agosto-2019.
Cautividad. América, Norteamérica, Estados Unidos, Nueva Inglaterra, Nueva York, Manhattan, Museo Americano de Historia Natural, sala de la Biodiversidad.
Leg: Isidro Martínez. Det: American Museum of Natural History (como Poterion patera).


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Porifera.
Clase: Demospongea.
Orden: Hadromerida.
Suborden: Clionaina.
Familia: Clionaidae.
Género: Cliona.
Especie: Cliona patera.

La copa de Neptuno es una gigantesca esponja muy llamativa por sus dimensiones inmensas y su forma de copa. Con hasta cinco metros de altura, es una de las mayores esponjas del mundo, aunque lo normal es que no supere un metro de altura y aproximadamente el mismo diámetro de su único ósculo. Crece un par de centímetros al año, lo que significa que los ejemplares grandes suelen ser centenarios. Es de color desde amarillo hasta blanco, y se sujeta al sustrato mediante un tronco del que sale una larga "raíz" de anclaje. La forma es bastante variable, pudiendo ser de muy abierta a muy cerrada, pero siempre con forma de copa. La superficie externa de la copa suele ser muy rugosa, con pliegues pronunciados.

Es una esponja endémica de las aguas someras del sudeste asiático. Al contrario que la mayoría de las esponjas, vive en fondos arenosos o limosos, lo que la hace vulnerable a la pesca de arrastre. La especie fue dada por extinta desde principios del siglo XX, debido a la recolección excesiva, con el último ejemplar recolectado en 1908 en Java. Sin embargo, fueron descubiertos ejemplares vivos en 2011 en las costas de Singapur y Tailandia. Un programa de recuperación de la especie se inició entonces, trasladando a los ejemplares para que estuvieran lo bastante cerca como para reproducirse entre ellos. Más tarde, otra población fue descubierta en Camboya.

Que cerca estuvo esta especie de la extinción, las esponjas no suelen ser llamativas, pero esta especie es espectacular.

Si, aunque conocía la especie previamente, desconocía totalmente que se trata de un taxon-lázaro. Al parecer, entre los siglos XIX y XX se inició la moda de usar sus gigantescas copas como bañeras para niños, y la sobrerecolección para este fin puso en jaque a la especie.