Archontophoenix cunninghamiana

Archontophoenix cunninghamiana (H.Wendland & Drude, 1858)

Agosto-2003.
Cautividad. Europa, España, Islas Canarias, provincia de Santa Cruz, Tenerife, Valle de la Orotava, Puerto de la Cruz, Calle Retama, Jardín de Aclimatación "La Orotava".
Leg: Isidro Martínez. Det: Botánico de La Orotava.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Liliopsida.
Orden: Arecales.
Familia: Arecaceae.
Subfamilia: Arecoideae.
Género: Archontophoenix.
Especie: Archontophoenix cunninghamiana.

Esta palmera posee un tronco solitario y erecto, grisáceo, marcadamente anillado, de hasta veinte metros de altura y dieciocho centímetros de diámetro. A diferencia del de Archontophoenix alexandrae, este tronco es totalmente cilíndrico, sin ensancharse en su base, además suele ser algo más delgado y más oscuro que el de A. alexandrae y se agrieta más fácilmente. Las raíces asoman en la base del tronco. Las bases y restos de las hojas no permanecen en el tronco. La corona es alta y estrecha, de color verde claro uniforme. Las hojas son pinnadas, suavemente arqueadas, y miden hasta ochenta centímetros de longitud y diez de anchura. Son de color verde oscuro, sin el envés glauco de A. alexandrae, y a lo largo del envés del nervio central de cada foliolo aparece un indumento de finos pelillos. Sus foliolos son más anchos que los de A. alexandrae. La inflorescencia péndula, densamente ramificada, nace justo debajo de la corona, y está formada por flores son de color purpúreo que se abren a mediados de verano. En ella, aparecen grupos de dos flores masculinas a los lados de una femenina. Los frutos son rojos y esféricos, de unos doce milímetros de diámetro y de aspecto algo más brillante que los de A. alexandrae. Cada fruto contiene una sola semilla, grande y muy fibrosa, que ocupa casi todo el volumen del fruto.

Originaria del este de Australia (Queensland y Nueva Gales del Sur), habita en las junglas lluviosas costeras, sobre suelos húmedos y ricos en materia orgánica, desde el nivel del mar hasta los mil metros de altitud. A diferencia de A. alexandrae, puede resistir algunas heladas muy ligeras, por lo que es apropiada en el clima mediterráneo. En algunas zonas como el sur de Brasil, Chile y Nueva Zelanda es una especie invasiva.