Agave parviflora

Agave parviflora Torrey, 1859

23-Octubre-2005.
Cautividad. Europa, España, Aragón, Zaragoza, cultivada en mi terraza. Planta obtenida del Jardín Botánico de Barcelona el 5 de marzo de 2004.
Leg: Isidro Martínez. Det: Botánico de Barcelona.

Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae
Filum: Spermatophyta.
Clase: Liliopsida.
Orden: Asparagales.
Familia: Asparagaceae.
Subfamilia: Agavoideae.
Género: Agave.
Especie: Agave parviflora.

Esta es una de las Agave más pequeñas, con una roseta que no supera los veinticinco centímetros de altura y no más de veinte de diámetro. Las rosetas pueden ser simples o formar con la edad pequeños grupos. Tiene hojas largas, finas y duras, de hasta veinte centímetros de longitud y dos de anchura, de color verde oscuro con hilos blancos deshilachados, y a veces con marcas blancas en su superficie, producidas por la superposición de hojas vecinas. Los bordes casi carecen de espinas, salvo unos dientes diminutos cerca de la base, pero la aguzada espina terminal, de color blanco, está presente, salvo en las hojas viejas. La planta produce en verano una inflorescencia de uno a dos metros y medio de altura, formada por flores de color amarillo pálido o crema. Es polinizada por abejas y abejorros. Las flores, con uno y medio a dos y medio centímetros de longitud, son las más pequeñas de todo el género, lo que le da su epíteto específico parviflora (que significa "con flores pequeñas").

Tiene una distribución amplia por el sur de Arizona (Estados Unidos) y el norte de Sonora (México). Habita en laderas rocosas abiertas con pastizal semidesértico y bosques abiertos de robles, desde los mil cien hasta los dos mil cuatrocientos metros de altitud. Es de vida corta, viviendo tan solo unos quince años y floreciendo al final de este periodo por primera y última vez. Es la especie de menor tamaño del género en Arizona, y bastante buscada por los coleccionistas. Por este motivo la especie ha disminuido mucho sus poblaciones salvajes, que se hallan bastante fragmentadas. Además, esta planta tiene que enfrentarse a la construcción de carreteras y las actividades mineras, que destruyen su hábitat natural.