Avonia papyracea

Avonia papyracea (E. Meyer ex Fenzl, 1840) G. D. Rowley, 1994
Sinónimo: Anacampseros papyracea E. Meyer ex Fenzl, 1840

4-Junio-2010.
Cautividad. Europa, España, Aragón, Zaragoza, cultivada en mi terraza. Planta enviada por Leo Breman y recibida en la fecha arriba indicada.
Leg: Isidro Martínez. Det: Leo Breman.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Caryophyllales.
Familia: Portulacaceae.
Subfamilia: Anacampserotoideae.
Género: Avonia.
Especie: Avonia papyracea.

Esta especie, de crecimiento muy lento, es la de mayor tamaño y de tallos más gruesos de todo el género Avonia. Sus tallos pueden alcanzar hasta quince centímetros de longitud y uno de diámetro, y nacen desde el ápice de un cáudex tuberoso, muy corto y ramificado. Generalmente los tallos se arrastran por el suelo y están poco ramificados. Posee diminutas hojas verdes, dispuestas en espiral a lo largo de los tallos, pero las hojas quedan ocultas bajo sus estípulas muy desarrolladas, de hasta ocho milímetros de longitud y tres de anchura, de color blanco translúcido brillante, densamente imbricadas y que dan a la planta un aspecto escamoso, como es típico de todo su género. Las flores aparecen en las puntas de los tallos y son muy pequeñas, solitarias y sésiles, más pequeñas que el diámetro del tallo, fragantes, con cinco pétalos de color blanco cremoso y una corona de entre dieciséis y veinte estambres con anteras amarillas, alrededor de un estilo con el estigma trífido. Las flores permanecen abiertas sólo entre una y cuatro horas al sol de la tarde, lo que unido al minúsculo tamaño de las flores y a su color similar al del tallo, hace que sea muy difícil observar la planta en flor. Otras flores ni siquiera se llegan a abrir, ya que pueden autofecundarse sin necesidad de abrirse. Los frutos son cápsulas globosas de unos cuatro milímetros de diámetro, en las que los dos sépalos y la capa externa del fruto caen como una sola unidad dejando sólo la parte interna esquelética y persistente, que se abre en tres valvas liberando las numerosas semillas redondeadas y de color pardo, que son dispersadas por el viento y germinan muy rápidamente.

Se divide en dos subespecies: la subespecie namaensis es propia del sur de Namibia y la región del Gran Namaland en la provincia sudafricana de El Cabo Septentrional, y la subespecie nominal se halla repartida por el Gran Karroo y el Pequeño Karroo en El Cabo Oriental. Crece a pleno sol entre rocas de cuarcita, junto con muchas otras especies de plantas crasas especializadas en este peculiar hábitat. Es la especie más abundante del género. Sus brillantes escamas blancas reflejan gran cantidad de la intensa radiación solar que tiene lugar en su hábitat natural, protegiendo así eficazmente a esta planta contra las quemaduras. También constribuyen a camuflar la planta entre las blancas rocas de cuarcita, evitando que sea detectada por los herbívoros. Se trata de una planta comestible, y tradicionalmente se ha usado para la inducir la fermentación de la cerveza local.

Vaya, este género no lo conocía pero es muy interesante. Lo añadiré a la lista de plantas que busco para mi jardín.
Veo que ya vas a empezar con la letra B despues de varios meses con la A.

Saludos.

Pues sí, apenas me quedan algunos AX, AY y AZ y enseguida paso a la B, encabezada por Babylonia spirata sobre la que te dejé un mensaje el otro día...
Y ya sabes que tienes a tu disposición las plantas que quieras o como mínimo esquejes e hijuelos. Cuando vengas en verano a recoger mi material de museo, te puedes llevar también un esqueje de la Avonia buderiana.